La Batalla de San Félix 1817
el
Retrato de D. Miguel de la Torre, de cuerpo entero, en un paisaje Óleo sobre lienzo. 230 x 162 cms. Firmado y fechado en 1826
Manuel Piar. 1887. Litografía.
La Batalla de San Félix fue un combate de la Campaña de Guayana de la guerra de independencia de Venezuela ocurrido el 11 de abril de 1817 en la mesa de Chirica, en la Provincia de Guayana la cual apenas duró media hora y significó una eternidad para la patria libre.
Las fuerzas republicanas se encontraban en campaña contra Guayana desde finales de 1816 donde habían intentado sin mucho éxito por no contar con una escuadrilla, tomar las plazas que dominaban el tráfico por el rió Orinoco: Angostura y Guayana la Vieja.
Piar había tomado a principios de 1817 las misiones del Caroní, que constituían una excelente fuente de vituallas y provisiones para el ejército español y que desde entonces lo constituiría para el republicano.
Con la pérdida de las misiones, las plazas en poder de los realistas quedaban en buena parte sin un punto de abastecimiento para su ejército y en peligro de hambruna. El brigadier La Torre salió de Angostura para las misiones con el fin de reconquistar la zona y sus recursos. Contaba con unos 1.600 infantes, 200 jinetes y 2 cañones, con los que se dirigió a las misiones via el camino que guarnecían los castillos de la vieja Guayana.
El 11 de abril los españoles se encontraron con Piar quien dirigía una fuerza de 500 fusileros, 800 lanceros de a pie, 500 indios flecheros y 400 jinetes. Los patriotas, superada su infantería en número y experiencia por la realista, vencieron en corto combate a los españoles gracias a la superioridad de la caballería republicana. Piar se enfrentó a los españoles en esta batalla, “totalmente solo”, (o sea, con Oficiales de formación nueva en su mayoría, y desconocidos, antes y después de la batalla)
La destrucción de las fuerzas realistas en San Félix aceleraría la rendición de Angostura.
Fue Piar y su Batalla, quien por primera vez, asentó y fundamentó indestructiblemente a la Patria, e hizo posible la organización de la República puesto que todo cuanto aconteciera después se engendró en San Félix.
De La Torre huyó con poco más de una decena de hombres, dejando en el campo casi 600 muertos, 200 heridos y 497 prisioneros.
El golpe a los hombres de Piar fue ínfimo: 150 entre muertos y heridos. Seis días después, los españoles abandonaron definitivamente a Guayana. Aquel hecho de pocos minutos pero de infinita gloria, “el más brillante que hayan alcanzado nuestras armas en Venezuela”, como dijo Simón Bolívar, representó un paso más en la Independencia y, pese a su fusilamiento algunos meses después, la inmortalización de Manuel Piar como héroe de esa impronta.
Gracias a la batalla de San Félix los patriotas obtuvieron no sólo el rico territorio de Guayana sino el inmenso camino, tan útil como hermoso, del Orinoco. César Zumeta, al referirse a Piar y a San Félix, dice: «Formó ejército (Piar), venció por la previsión y el denuedo y fue él quien por primera vez asentó sobre fundamento indestructible la patria e hizo posible la organización de la República. Todo cuanto aconteció después data de San Félix. La campaña de Guayana fue la más trascendental y una de las más bellas de nuestro ciclo histórico».
Aseguró el control sobre el Orinoco, los recursos y el territorio antes ocupados por las misiones; por su parte, los pueblos de San Félix y San Miguel (este desaparecido) fueron transformados en centros de operaciones militares y bases naturales para las futuras operaciones de la campaña, es decir, la evacuación de Angostura y Guayana La Vieja; acciones finales de esta campaña, planificada y desarrollada conforme a las tácticas y estrategias diseñadas por el general Manuel Piar.
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