viernes, 26 de junio de 2020

22 junio 1819 Campaña Libertadora de Nueva Granada. Paso De Los Andes. Colombia


El Paso del Páramo de Pisba

El 17 de junio este ejército inició la marcha en Tame (Municipio situado en el suroccidente del departamento de Arauca (Colombia), a una altitud de 343 m s. n. m., ubicado en una meseta de las últimas estribaciones de la Cordillera Oriental, la cual baja encajonada por la vertiente de los ríos Tame y Cravo. En esta localidad se encontraron por primera vez el Libertador Simón Bolívar y el General Francisco de Paula Santander. Bolívar le dio a Tame el título de «Cuna de la Libertad», pues fue en Tame donde nació el Ejército Nacional de Colombia.) El 18 estaba en Cordero. El 20 en Carrastol. El 21 en Pore, capital de la provincia de Casanare. El 25 en Nuchía. El 26 en Morcote. Entre la vanguardia y la retaguardia se llevaban hasta 7 días.

El Paso de los Andes, fue un movimiento militar ejecutado por el Libertador Simón Bolívar al mando del ejercito libertador de Venezuela y del naciente Ejercito Nacional Colombiano, de gran valor estratégico durante la campaña de independencia de la Nueva Granada,  los patriotatas remontaron la cordillera de los Andes, específicamente la rama Oriental de los Andes colombianos, para liberar a la Nueva Granada del dominio español. Es considerada una de sus acciones militares más destacadas y toda una hazaña para la época.​

Paso de los Andes Bolívar

En junio de 1819, el ejército de Bolívar y Santander se dirigía hacia la provincia de Tunja (actual departamento de Boyacá), donde se encontraba el ejército realista al mando de José María Barreiro. En Tame, Bolívar y Santander tenían tres opciones para marchar sobre la ciudad de Tunja: la primera por la salina de Chita (el camino más corto y cómodo para la tropa, pero también el más custodiado por las tropas realistas), la segunda por Labranzagrande (para llegar a Sogamoso, donde se hallaba el cuartel realista), y la tercera por el páramo de Pisba (el camino más inhóspito, pero sin vigilancia española).

El Libertador decide tomar el camino del páramo de Pisba, una operación militar de altísimo riesgo que solamente la intuición del genio de Bolívar podía ordenar, con el apoyo de los llaneros, la vanguardia dirigida por el general Francisco de Paula Santander, la retaguardia comandada por el general José Antonio Anzoátegui, y la legión británica al mando del coronel James Rooke, iniciando este ascenso  el dia 22 de junio de 1819, el día 27 de junio antes del ascenso definitivo al Paramo de Pisba se da la batalla de Paya donde se obtiene un triunfo para las fuerzas libertadoras.

José Antonio Anzoátegui
jefe de la guardia de honor
del Libertador
Tres mil hombres acompañan al Libertador, a través del brumoso y helado Páramo; la nieve paramera mete sus dentelladas en los cuerpos semidesnudos de los hombres de las tierras bajas. La mayoría de los soldados, procedentes de los llanos de Colombia y Venezuela, no estaban aclimatados ni correctamente equipados con prendas para el frío; llevaron la peor parte, muriendo algunos en el camino, lo mismo que los caballos del ejército. Parque y provisiones debieron de ser abandonados por falta de animales para acarrearlos.

Decía Bolívar, en palabras del escritor Vinicio Romero:

“Yo no me cansaba de animar a los soldados, que caían muertos de cansancio o engarrotados por el frío…Tal fue la marcha que la caballería llegó sin caballos, sin armas y sin nada que les molestase, porque ya era bastante poder con el propio cuerpo”.

El soroche o mal de páramo, que hace mullidos y mortales colchones de la tierra helada. A muchos hay que azotarlos hasta la flagelación para que abandonen aquel sueño de muerte. Muchos se niegan y se quedan para siempre yertos en aquellas tierras heladas. Otros se despeñan con sus caballos por los precipicios. El frío de la montaña cobra más victimas que las fiebres de los pantanos y las balas del enemigo.

James Rooke
Bolívar no desmaya ante la adversidad. En tono conmiserativo heroico o imperativo apuntala con sus palabras y amenazas la marcha hacia el otro lado. Al llegar a la cumbre el sufrimiento y la muerte alcanzan su paroxismo. Pero todos recuerdan. Antes la muerte y lo que sea, que volver sobre sus pasos. Ahora tan sólo queda vencer o morir. Bolívar saca cuentas de los tres mil hombres con los que inició el ascenso, han muerto mil ochocientos. 


En sus Memorias, el capitán Daniel Florencio O’Leary escribió sobre esta jornada:

“Los soldados al ver hacia atrás las elevadas crestas de las montañas cubiertas de nubes y brumas hicieron voto espontáneo de vencer o morir, antes que emprender por ellas retirada, pues más temían ésta que al enemigo, por formidable que fuese”.
Bolívar en Socha tomó las medidas necesarias para poner el ejército en condiciones de continuar la campaña, que en la enumeración de Camilo Riaño fueron:

“1. Organización de un hospital en Tasco.
2. Emisión de órdenes a los alcaldes de los pueblos circunvecinos para recolectar los auxilios necesarios.
3. Envió al coronel Lara al paramo para que con una partida de paisanos ayudara a las tropas y sacara bagaje y armamentos abandonados.
4.Inclusion de voluntarios en los cuerpos.
5.Envío de oficiales a las provincias de Socorro y Pamplona para comunicar la feliz nueva y organizar batallones.
6.Organziación de una armería en Socha para el arreglo de fusiles y fabricación de lazas”


Con los mil doscientos que quedan y los patriotas neogranadinos, que habrán de sumárseles tan pronto lleguen a bajo; tiene gente más que suficiente como para hechar de la Nueva Granada al Virrey Sámano y a todo el ejército español.

http://bolivar.travel/bolivar/el-hombre/23-simon-bolivar-y-el-paso-de-los-andes

https://cienciaconciencia.org.ve/27-de-mayo-de-1819-simon-bolivar-emprende-marcha-hacia-el-paso-de-los-andes/

https://lanacionweb.com/regional/bolivar-triunfo-en-boyaca-con-el-paso-de-los-andes/

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