El Paso del Páramo de Pisba
El Paso de los Andes, fue un movimiento militar ejecutado por el Libertador Simón Bolívar al mando del ejercito libertador de Venezuela y del naciente Ejercito Nacional Colombiano, de gran valor estratégico durante la campaña de independencia de la Nueva Granada, los patriotatas remontaron la cordillera de los Andes, específicamente la rama Oriental de los Andes colombianos, para liberar a la Nueva Granada del dominio español. Es considerada una de sus acciones militares más destacadas y toda una hazaña para la época.
En junio de 1819, el ejército de Bolívar y Santander se dirigía hacia la provincia de Tunja (actual departamento de Boyacá), donde se encontraba el ejército realista al mando de José María Barreiro. En Tame, Bolívar y Santander tenían tres opciones para marchar sobre la ciudad de Tunja: la primera por la salina de Chita (el camino más corto y cómodo para la tropa, pero también el más custodiado por las tropas realistas), la segunda por Labranzagrande (para llegar a Sogamoso, donde se hallaba el cuartel realista), y la tercera por el páramo de Pisba (el camino más inhóspito, pero sin vigilancia española).
El Libertador decide tomar el camino del páramo de Pisba, una operación militar de altísimo riesgo que solamente la intuición del genio de Bolívar podía ordenar, con el apoyo de los llaneros, la vanguardia dirigida por el general Francisco de Paula Santander, la retaguardia comandada por el general José Antonio Anzoátegui, y la legión británica al mando del coronel James Rooke, iniciando este ascenso el dia 22 de junio de 1819, el día 27 de junio antes del ascenso definitivo al Paramo de Pisba se da la batalla de Paya donde se obtiene un triunfo para las fuerzas libertadoras.
Tres mil hombres acompañan al Libertador, a través del brumoso y helado Páramo; la nieve paramera mete sus dentelladas en los cuerpos semidesnudos de los hombres de las tierras bajas. La mayoría de los soldados, procedentes de los llanos de Colombia y Venezuela, no estaban aclimatados ni correctamente equipados con prendas para el frío; llevaron la peor parte, muriendo algunos en el camino, lo mismo que los caballos del ejército. Parque y provisiones debieron de ser abandonados por falta de animales para acarrearlos.José Antonio Anzoátegui
jefe de la guardia de honor
del Libertador
Decía Bolívar, en palabras del escritor Vinicio Romero:
“Yo no me cansaba de animar a los soldados, que caían muertos de cansancio o engarrotados por el frío…Tal fue la marcha que la caballería llegó sin caballos, sin armas y sin nada que les molestase, porque ya era bastante poder con el propio cuerpo”.
El soroche o mal de páramo, que hace mullidos y mortales colchones de la tierra helada. A muchos hay que azotarlos hasta la flagelación para que abandonen aquel sueño de muerte. Muchos se niegan y se quedan para siempre yertos en aquellas tierras heladas. Otros se despeñan con sus caballos por los precipicios. El frío de la montaña cobra más victimas que las fiebres de los pantanos y las balas del enemigo.
Bolívar no desmaya ante la adversidad. En tono conmiserativo heroico o imperativo apuntala con sus palabras y amenazas la marcha hacia el otro lado. Al llegar a la cumbre el sufrimiento y la muerte alcanzan su paroxismo. Pero todos recuerdan. Antes la muerte y lo que sea, que volver sobre sus pasos. Ahora tan sólo queda vencer o morir. Bolívar saca cuentas de los tres mil hombres con los que inició el ascenso, han muerto mil ochocientos. James Rooke
En sus Memorias, el capitán Daniel Florencio O’Leary escribió sobre esta jornada:
Con los mil doscientos que quedan y los patriotas neogranadinos, que habrán de sumárseles tan pronto lleguen a bajo; tiene gente más que suficiente como para hechar de la Nueva Granada al Virrey Sámano y a todo el ejército español.
http://bolivar.travel/bolivar/el-hombre/23-simon-bolivar-y-el-paso-de-los-andes
https://lanacionweb.com/regional/bolivar-triunfo-en-boyaca-con-el-paso-de-los-andes/
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