http://www.cnh.gob.ve/images/zamora200/Zamora6%20DEFINITIVO.pdf
La rebelión campesina de 1846-47 El Indio Rangel
“Ya al no más llegar, me contaron que el Indio Rangel
había asaltado a Yuma, la
hacienda de Ángel Quintero, el Ministro
y secretario de Páez, el Ángel Malo de
los Infiernos, como le decía la gente”1
.
En la población de Güigüe todos sabían
quién era Quintero. El hombre de Páez,
el que con sus “leyes” podía causar tanto daño como el mismo Taita Boves en
acción. No había escapatoria, o trabajabas para él, o le adulabas continuamente para ver qué obtenías. Sin embargo,
el 3 de septiembre de 1846 a Francisco
José Rangel nada de esto le importó, y
con unos 300 hombres invadió
la hacienda Yuma. Su propósito era darle muerte
al leguleyo por godo
y agiotista, pero no lo encontró. A cambio, quemó la hacienda desde sus cimientos, no sin antes
asesinar al mayordomo.
Rangel se rebeló a raíz del resultado de
las elecciones de ese año, en las que la gente
del común estaba segura de que a Antonio
Leocadio Guzmán le habían hecho trampa.
CURTIDO EN LA LUCHA
El “Indio” Rangel, nacido en Puerto Nutrias en 1795, había servido bajo el mando
de Pedro Zaraza, el popular “Taita Cordillera”. Entre 1817-1818 recorrió las tierras bajas de Aragua y Carabobo, lo que le sirvió
para defender al Gobierno durante la Revolución de las Reformas de 1835. Hombre
criado sobre el camino, que montaba en pelo
y no respetaba linderos, ese era Rangel, a
quien tampoco le costó mucho quemarle
la casa a un patiquín de levita; victoria simbólica y efímera, que tendría un precio
bastante elevado. Luego de esta acción sigue a Villa de Cura el 4 de septiembre, no
sin antes saquear todo a su paso y reclutar
hombres para su causa, entre ellos muchos
esclavos, a quienes les prometía la libertad.
El 9 se encuentra con Ezequiel Zamora y
reconoce su jefatura; sin embargo, el 29 de
ese mes sufren un duro revés en la laguna
de Los Patos.
No es sino hasta el 14 de marzo de 1847
cuando el esquivo Rangel cae muerto, luego
de una acción en el sitio de Pagüito. Su cabeza fue enviada a Caracas para darles un
duro mensaje a todos lo que quisieran levantarse contra el gobierno “constitucional”.
1 José León Tapia, Ezequiel
Zamora, a la espera del
amanecer. Caracas, Alfadil,
2004, p. 25.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario