miércoles, 24 de junio de 2020

18 junio 1936 Fallece Máximo Gorki. URSS



MÁXIMO GORKI
(1868-1936)

Máximo Gorki, o Maksim Gorki en ruso Максим Горький, fue el pseudónimo utilizado por Alekséi Maksímovich Peshkov en ruso: Алексе́й Макси́мович Пeшкóв; nació el 28 de marzo de 1868 en Nizhni Nóvgorod, entre los ríos  Volga y Oká, es la ciudad que vio nacer también a Sverdlov, Bulganin y a Vladímir Shújov, el ingeniero de la torre Shábolovka, de Moscú, que, después del triunfo de octubre, transmitía al mundo la voz de la revolución bolchevique.  y muere en Moscú el 18 de junio de 1936. fue un escritor y político comunista ruso. De 1932 a 1990 su ciudad natal, Nizhny Nóvgorod, llevó el nombre de Gorki en su honor. Cuando Alexei Maximovich nació, sus tres hermanos mayores habían fallecido en la infancia.

                                                

Siendo apenas un niño de cinco años pierde a su padre debido al cólera lo que obliga a su madre y a él a regresar a vivir al tempestuoso y hostil hogar de los abuelos paternos, el ambiente en la casa familiar era sórdido y mezquino. La situación económica del abuelo se deterioraba progresivamente, fruto de la crisis del artesanado, incapaz de soportar el empuje feroz de un capitalismo naciente. A los nueve años, Gorki pudo ir, brevemente, a la escuela: es la Rusia de la guerra contra los turcos, y donde, ese mismo año, Tólstoi publica Ana Karenina.
León Tolstói
Su abuelo paterno, le hizo ver que, con diez años, debía ya empezar a ganarse la vida, a recorrer el mundo y los oficios. “Sabes, Leksei, tú no eres ninguna medalla, y, en mi cuello, no tienes sitio, será mejor que salgas a ganarte la vida”, le dijo su abuelo. Así, aquel niño analfabeto se convertirá en zapatero, en pinche de sórdidas cocinas, en panadero, vendedor ambulante, marinero en el Volga, imaginero, ferroviario, vagabundo, salinero, oficinista. Vagabundeando por el sur del Imperio zarista, recorrerá Ucrania y las provincias occidentales, el Mar Negro, el Volga.  Gorki solo consigue permanecer viviendo ahí hasta la muerte de su madre, que acontece cuando tiene diez u once años de edad.

Por el contrario, de su abuela tenía un gran recuerdo: cargada de espaldas, casi jorobada, muy gruesa, con los ojos claros y alegres y ágil como una gata grande, iluminada desde dentro por una luz inextinguible y cálida que le salía por los ojos. Fue la persona más introducida en su corazón, a la que más comprendía y más amaba. Su desinteresado amor al mundo, diría luego Gorki, me enriqueció, llenándome de fuerza para afrontar asperezas de la vida. Con voz baja y misteriosa le contaba historias sorprendentes y llenas de bondad; aunque sus personajes fueran delincuentes o bandidos, en ellos ponía siempre un fondo de ternura que luego Gorki mantendría en todas sus novelas.
La imagen que Gorki conservó de su madre era la de una mujer cansada, abatida, de cara borrosa, casi ennegrecida como el hierro. Viuda prematura, se escapaba de casa para buscar compañía de hombres que, siquiera fugazmente, la hicieran olvidar la sordidez de su vida. Volvería a casarse pronto con un hombre diez años más joven que ella con el que tuvo otros dos hijos que murieron pronto. Sin embargo, este matrimononio permitió que el joven pudiera abandonar temporalmente el infierno domiciliario de sus abuelos. 
Las discusiones dentro del nuevo matrimonio fueron constantes, con agresiones y malos tratos hacia la madre. En una de estas peleas, el joven Alexei Maximovich llega a acuchillar a su padrastro y tiene que vivir otra vez en casa de sus abuelos.
La familia sufre grandes penalidades cuando su padrastro es despedido de la fábrica por robar a sus compañeros y a consecuencia de ello, toda la familia sufre vejaciones. El joven recorre los domingos las calles recogiendo papel, trapos, basura y deshechos que luego vende, entregando el dinero a su abuela para contribuir a pagar los gastos de su manutención. A causa de ello sus compañeros de colegio se burlan de él y le insultan llamándole trapero y mendigo. Los compañeros decían que olía a basura y no querían sentarse a su lado, lo que provocaba graves peleas. No tardó en formar una banda de desamparados que merodeaban por las calles para buscar -e incluso robar- leña y madera burlando la vigilancia de los guardas.
A partir de entonces las calamidades familiares se suceden a un ritmo vertiginoso. Su madre es abandonada por su segundo esposo tras gastarse la dote y tiene que vivir en un sótano lúgubre y húmedo. Su hermano pequeño muere muy pronto a causa de la escrofulosis y, poco después, le llega el turno a su madre, que expira en presencia de Alexei Maximovich, que entonces contaba sólo once años.
Con 16 años Gorki va a Kazán, en el Tartaristán, donde habían estudiado Tólstoi y Lenin, y allí descubre el conocimiento, la cultura, el gusto por aprender, que le atrapará para siempre, cuando ya la pasión revolucionaria se ha apoderado también de su voluntad. Pero, entonces, nada era fácil: la vida miserable de los trabajadores de la Rusia zarista revienta sus manos y su corazón, y con diecinueve años, en 1887, intenta suicidarse, afortunadamente para él, falló el disparo, aunque la bala le atravesó los pulmones, lo que originaría una tuberculosis crónica que estaría con el hasta el fin de sus días. De ese episodio proviene, tal vez, la decisión de bautizarse Gorki, que en ruso significa amargo. 
                                                                                                                      
Toda la experiencia acumulada a lo largo de sus correrías, enriquecería más tarde el bagaje temático del escritor; sus vivencias y las de las personas con quienes trabajó y convivió conforman los relatos de sus obras autobiográficas 'Infancia', 'Entre los hombres' y 'Mis universidades'.
De hecho, una de sus experiencias, su permanencia como pasante de abogado, fue la que despertó su gusto por la literatura y su interés por la cultura. En adelante, la lectura fue actividad crucial en sus días y más tarde dio lugar a sus primeras narraciones: 'Makar-Chudrá' (1892) o 'Chelkash' (1895).
Su formación será autodidacta pero tan intensa que llamó la atención de los estudiantes, con cuyos círculos comenzó a relacionarse.
Las ciudades ribereñas del Volga acogían a los deportados políticos por la represión zarista y a gran cantidad de presidiarios que habían cumplido su condena. Gorki no tardó en entrar en estos círculos políticos clandestinos que se reunían para discutir la prensa y los libros que circulaban clandestinamente.
Su interés por la literatura le llega por el influjo de Vladímir Korolenko, a quien había conocido en Nizhni Nóvgorod.
Vladímir Korolenko
El escritor y revolucionario Korolenko estuvo desterrado en esa ciudad, en 1885, tras haber cumplido seis años de deportación, y el encuentro entre ambos abre un nuevo mundo para Gorki, que empieza a escribir y consigue publicar sus primeros relatos con poco más de veinte años.
Uno de los deportados políticos, Romas, estaba tratando de crear bajo la apariencia de un comercio, un grupo de agitación revolucionaria entre los campesinos de Krasnovidobo, pero el fracaso es tan grande que, aturdidos, los campesinos prenden fuego al comercio del desterrado Romas.
Tras este fracaso, Gorki se enrola de marinero en una barcaza de transporte de las que recorren el Volga. Desciendo el rio hasta el mar Caspio y allí se une a una cooperativa de pescadores calmucos. Así comienza por aquella época, con sólo 20 años, el primero de sus largos viajes por el sur del país, que durará dos años en los que recorrió Ucrania y Besarabia, hasta llegar al Danubio, y desde allí, bordeando el Mar Negro, atraviesa Crimea y llega al Cáucaso.

PRIMEROS RELATOS 

En Tiflis (Georgia) comienza a publicar artículos en la prensa local, para lo que adoptó el nombre de Máximo Gorki. Sus opiniones, directas, llenas de vitalidad y sensatez, tuvieron gran éxito y empezó a ser conocido en otros periódicos locales de Samara y Nijni Novgorod. En 1892 publica su primer relato Makar Chundra en el periódico local El Cáucaso.

Regresa a Nijni Novgord y se casa con una intelectual rusa con la que tiene dos hijos, Katiuska que muere pronto y Máximo. Pero convive pocos años con su mujer, una revolucionaria intransigente con la que no logra entenderse.

El 12 de setiembre de 1894, Korolenko le publica su relato Chelkash en la revista Ruskoie Bogatsva de Petersburgo, con el que comienza a adquirir gran notoriedad. Por aquellas fechas es cuando comienza a cartearse muy frecuentemente con Chejov.

Antón Chéjov

En octubre de aquel año fue detenido por vez primera y en su informe posterior la policía afirma que su comportamiento había sido insolente, e incluso desvergonzado. Esta será una de las características del escritor en lo sucesivo, manifestando siempre una enorme compasión hacia los suyos, mientras se mostraba extraordinariamente hosco con sus enemigos de clase.

Al regresar a Nijni Novgorod, comienza a trabajar en el bufete de un abogado y, en sus ratos libres, sigue colaborando en la prensa con relatos novelados, cobrando a destajo por cada una de las líneas escritas. Eso le permite poder sobrevivir como profesional de la pluma, pero le obliga a escribir sobre cualquier clase de asunto, lo que aprovecha para denunciar la explotación, los accidentes laborales, los abusos de los funcionarios y la corrupción.

En 1896 viaja a Crimea para cambiar de aires porque la herida en el pulmón le ha dejado como secuela una tuebrculosis. Más relajado, allí comienza a escribir sistemáticamente: Los ladrones, Los sueños, La estepa, El canto del halcón y, sobre todo, El canto del albatros que obtiene una enorme resonancia y en el que hay una explícita llamadaa construir una sociedad nueva.

La obra de Máximo Gorki creció rápidamente. Ya para 1898, había reunido su producción narrativa en dos volúmenes. Su persona era cada vez más popular, sus cuentos agradaban al público y su fama trascendió las fronteras para llevar su nombre por toda Europa. 

En ese año, se funda el POSDR, Partido Obrero Social Demócrata de Rusia fue uno de los primeros en afiliarse a esta organización marxista con sólo nueve delegados en Minsk y con los principales dirigentes revolucionarios, como Lenin y Mártov, desterrados en Siberia, fue varias veces detenido. Sabe que su militancia política irá de la mano de la persecución por la policía zarista. En 1901, el escritor va al exilio en Crimea, forzado por la represión policial, y, al año siguiente, Korolenko renuncia a su condición de miembro de la Academia de Ciencias de San Petersburgo en protesta por la negativa del zar Nicolás II a que Gorki fuese nombrado miembro de la Academia. En 1900, ya frecuenta a Chéjov, y a León Tolstoi.

Tolstói, Gorki y Chéjov

Ese mismo año, Gorki conoce a Maria Feodorovna Andreieva, en Sebastopol. Es una famosa actriz, que milita en secreto en el POSDR. Comparten su vida, y Maria acompañará a Gorki a Estados Unidos, y a Capri. Esa apasionada mujer dejará unas memorias, publicadas en 1961, y se especula con que, tal vez, inspiró a Bulgakov el personaje de su Margarita. Todavía mantendría Gorki otra relación sentimental, además de la que tuvo con la madre de sus hijos, Katerina Peshkova: con Maria Budberg, una fascinante mujer.

LAS NOVELAS

Entonces, también sus producciones teatrales 'Pequeños burgueses' y 'Los bajos fondos' alcanzaron el éxito. Fueron llevadas a escena en 1902 en el Teatro de Arte de Moscú y más tarde recorrieron los mejores escenarios de Europa. Los pequeños burgueses fue una obra cuya representación se prohibió en numerosas ocasiones. Describe a un grupo de individuos paralizados por sus propias torpezas y que aspiran, de todos modos, a una vida mejor. Es una constelación de seres particularmente vulnerables, donde la única salida es cambiar, puesto que allí no se evoluciona. Estas obras de teatro emplearon innovadoramente técnicas naturalistas estructurando una serie de tramas paralelas en las que prácticamente todos los personajes tenían la misma importancia. En otros campos siguió alcanzando nuevos logros. De la narrativa corta pasó a las novelas extensas con obras tales como 'Várenka Olésova' (1898), 'Fomá Gordéiev' (1899) y 'Los tres' (1900).

La publicación de Fomá Gordeiev coincidió con Resurrección de Leon Tolstoi, despertando ambas obras idéntico interés entre el mundo literario.

También sigue publicando una serie de relatos cortos bajo el título Veintisé is y una. Los editores de Petersburgo le llaman para recopilar sus relatos en dos volúmenes, acontecimiento que también constituyó otro gran éxito. En la capital fue aclamado con delirio por el pueblo. Su persona era cada vez más popular, sus cuentos agradaban al público y su fama trascendió las fronteras de Rusia, llevando su nombre por toda Europa. Su figura contribuye a su popularidad: viste como un campesino, con blusa cerrada, pelliza y botas de media caña.

En San Petersburgo estableció contacto con destacados marxistas que lo motivaron a volver la vista hacia los problemas sociales y lo convencieron sobre la conveniencia del movimiento revolucionario. También en su obra plasmó su simpatía con estos ideales como lo muestran sus dramas: 'Los veraneantes', 'Los hijos del sol', 'Los enemigos o Los bárbaros' y sus poemas 'El canto del halcón', 'El hombre y El canto del petrel'. La censura no obstante recayó sobre algunos de ellos. Fue nombrado miembro honorario de la Academia Imperial de Ciencias, pero en 1902 le fue anulado el puesto a causa de diferencias políticas. Sin embargo, Máximo Gorki no estaba dispuesto a ceder en sus ideales y siguió apoyando a la Revolución, lo que lo llevó a la cárcel.


En el género autobiográfico dejó obras de gran calidad humana, como 'Mi infancia', 'Entre la gente', 'Primer amor', 'Mis universidades' y 'Fragmentos de mi diario'. Entre su obra narrativa destacan: 'La familia Orlov', 'Los vagabundos', dos volúmenes de relatos, 'Fomá Gordéiev',''Tres hombres',  Escribió además los dramas 'Los pequeños burgueses' (1901) y 'Los bajos fondos' (1902), una de las obras más conocidas. Ambos fueron estrenados en 1902 en el Teatro de Arte de Stanislavski, en Moscú. Con la publicación del drama 'Los bajos fondos' (1902), se convierte en símbolo de la lucha del proletariado, ídolo del pueblo; Toda su creación literaria es reeditada y comentada con el entusiasmo de que antes careció, pues aparte de su auténtico valor artístico, es usada como bandera política por el movimiento revolucionario.

En 1906, el exilio le lleva a Alemania y a Estados Unidos. Cuando se dirige a Estados Unidos, intentan impedirle la entrada por “anarquista”. Consigue superar los obstáculos, pero no puede evitar que los periódicos de Hearts lancen una campaña contra él, con la excusa de que viaja con una mujer con quien no está casado. Pasa un verano norteamericano, en el macizo Adirondack, al norte de Nueva York. Su fama en Estados Unidos aumenta considerablemente las cifras que cobra por derechos de autor, y Gorki envía dinero a Lenin para publicar periódicos y colaborar con los círculos revolucionarios. Al año siguiente, se instala en Capri, donde vivirá hasta 1913, en esa finca donde lo vemos en una fotografía, de 1908, en la terraza de la casa, sonriente, observando a Lenin, que lo ha visitado y juega al ajedrez con el médico Aleksandr Bogdánov, todos con un aire de exiliados a quienes les falta Rusia. Allí vive Gorki gracias a sus derechos de autor, con modestia, ayudando al partido bolchevique, financiándolo, y atendiendo a cualquier ruso perseguido que visitase Capri. Allí le dirigen centenares de manuscritos autores de toda condición: obreros, soldados, incluso prostitutas, y Gorki lee con paciencia sus textos, tratando de ayudar a quienes sueñan con convertirse en escritores. Lo mismo hará después en Sorrento, tras la revolución bolchevique.

En su villa de Capri cerca a Nápoles en 1907  escribió su obra más popular, 'La madre', en la cual relata la evolución del pensamiento de la madre de un obrero socialista así como el entorno de la Rusia revolucionaria.

La madre, escrita parcialmente en Estados Unidos, se convierte en una de las novelas más leídas del siglo XX, publicada por millones de ejemplares. Pelagueia Nilovna y Pável Vlásov, las figuras centrales de la novela, se convirtieron en personajes universales. Esa madre Pelagueia Nilovna, analfabeta, maltratada por su marido borracho, es una mujer silenciosa, vencida, hasta que su hijo trae nuevas ideas, atrapadas en las páginas de los libros que lee, ocultándolos. Después, llegan nociones del socialismo, de la libertad, de la justicia, hasta que Pável es encarcelado. Son los arrabales de Moscú, los suburbios míseros donde los obreros son explotados, se embrutecen en las tabernas, y golpean a sus mujeres y sus hijos, pero en el personaje de Pável anida la revolución. El libro es un arma extraordinaria para quienes quieren cambiar la vida y la historia, y las organizaciones obreras alemanas, francesas, norteamericanas, empiezan a publicar la novela, que tendrá millones de lectores en todo el mundo, como expresión de la voluntad proletaria de conquistar la dignidad y la revolución. En Rusia, la novela es censurada, perseguida, aunque se publica en parte, y contribuirá a mantener la esperanza y a organizar la resistencia al corrupto poder imperial. La madre es una obra sencilla, aunque en ella, a veces, los trabajadores utilizan un vocabulario que no corresponde a la realidad, un lenguaje más propio del escritor que de los obreros embrutecidos y analfabetos. Sirvió de inspiración para Brecht, cuya Madre Coraje bebe de Gorki, como él bebió de Gógol. Gorki, cuya pasión es Rusia, permanece atento al mundo: también se fijó en la lejana y pobre España, protestando contra la farsa judicial y el asesinato de Francesc Ferrer i Guàrdia. Escribe sin cesar, y combate el capitalismo, el colonialismo, cualquier forma de opresión, ataca con dureza el antisemitismo. 




Finalmente, la soñada revolución triunfa, aunque Gorki crea que el momento no ha llegado aún. El triunfo bolchevique inaugura un período difícil, donde la revolución se juega su existencia, y Gorki polemiza con Lenin,  se pelea con el gobierno bolchevique, creyendo que su política destruirá el partido. En medio de una guerra civil, mientras veinte países capitalistas se aprestan a enviar tropas para aplastar la revolución, los viejos revolucionarios polemizan, discrepan, se pelean, sin perder de vista los acontecimientos que se suceden a velocidad vertiginosa. En julio de 1918, Zinóviev, dirigente en Petrogrado, pide a Lenin que cierre el periódico de Gorki, Vida nueva, a lo que el presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo accede. Moura Budberg anota: “Fue un duro golpe para Gorki”. El periódico de Gorki se había opuesto a la toma del poder por el partido bolchevique, al considerar que era demasiado prematuro. Gorki es un comunista de ideas propias.

No obstante, Gorki sigue trabajando: lanza un viejo proyecto de principios de siglo, que consistía en editar las mejores obras del pensamiento humano, si era necesario adaptadas a un lenguaje más sencillo. Él mismo se había puesto a reescribir el Fausto de Goethe, y quería dar a conocer a campesinos y obreros las obras de Homero, Hipócrates, Shakespeare, Newton, Pávlov, Jack London, Yáblochkov, Séchenov, Saltykov-Shedrín y muchos otros. En 1919 se publica en Moscú el catálogo de esas ediciones, pero la guerra civil, la falta de papel, tinta, imprentas, dificultan la publicación. La guerra con los polacos, la destrucción de la guerra civil, el hambre, los serios problemas del Sovnarkom para controlar el inmenso territorio del país, el atentado de Kaplán contra Lenin, todo conspira contra la revolución.

Su delicada salud, a causa de la tuberculosis, le condujo en numerosas ocasiones a Italia, a gozar del clima mediterráneo, aunque siempre regresó a Rusia, En octubre de 1921, Gorki sale de Petrogrado y viaja a Helsingfors, como llamaban a Helsinki, y, después, a Berlín. Estaba muy débil: llegó a un sanatorio de la Selva Negra alemana, San Blasien, casi sin vida. Su hijo adoptivo, Zinovi Alexéievich Péshkov (hermano menor de Sverdlov, el dirigente bolchevique) lo conforta, y, poco a poco, Gorki se recupera: incluso escribe a Lenin dando cuenta de la laboriosidad alemana. Después, en abril de 1925, se va a vivir a Sorrento, mientras avanza en la escritura de sus memorias: ya había publicado Mi infancia y Por el Mundo.
En 1924, cuando muere Lenin, Gorki reflexiona sobre la grandeza del dirigente bolchevique, y llega a la conclusión de que, en las disputas entre ambos en los años de la revolución, Lenin llevaba razón.

El camarada Stalin junto a Gorki


A partir de 1928, Gorki regresaba a su patria cada año y retornaba a Italia cuando el clima se hacía más húmedo y frío, pero en 1933, decidió quedarse en la URSS de la mano de Stalin, donde empezó la etapa de su obra en que sustentó el régimen soviético. Fue nombrado presidente de la Unión de Escritores Soviéticos en 1934. 
En 1934, preside el I Congreso de escritores soviéticos, donde Andrei Zhdanov establece las tesis del “realismo socialista”, aunque la denominación fue obra de Gorki. En su discurso inaugural, Zhdanov califica a Gorki de “gran escritor proletario”, y recuerda los logros de la revolución (“la liquidación de las clases parásitas, la eliminación del desempleo, la erradicación de la miseria en las aldeas, la desaparición de los tugurios urbanos”), constatando que la “URSS se ha convertido en un país de avanzada cultura socialista”, mientras Isaak Bábel, en una festiva y relajada intervención habla de que “la vulgaridad es contrarrevolución”. Se inicia entonces el camino que dejará en la periferia del socialismo a escritores como Bulgakov, Alekxei Tólstoi, Pilniak, y otros, y que dificultará el quehacer incluso de Shostakóvich o Eisenstein, recurriendo a la imposición de los doctrinarios, aunque no por ello Zhdanov dejaba de anunciar que el realismo socialista debía contribuir a la lucha contra la propiedad y al triunfo del socialismo. En 1935, Gorki se halla ya muy enfermo, y aunque tenía previsto viajar a París para un nuevo congreso permanece en la villa Teseli, en Crimea, hasta que en junio va a Moscú para recibir a Rolland. Vuelve a Crimea, hasta que el 26 de mayo de 1936 lo trasladan a Moscú, gravemente enfermo. Muere el 18 de junio, en el hospital del Kremlin, tras dos semanas de agonía. Después, André Gide llegó a Moscú para pronunciar un discurso fúnebre, junto a Stalin, y Gorki fue enterrado en la muralla de la plaza Roja, junto a Kirov, John Reed, Sverdlorv, Dzerzhinski, y, donde, después, enterrarían a Nadezhda Krúpskaia, Stalin, Voroshílov, Kalinin, Clara Zetkin o Gagarin. Al día siguiente de su muerte, L’Humanité escribía: “Millones de trabajadores lloran a Gorki”. Así era.
En 1935, su hijo es asesinado, por miembros de la oposición trotskista.  
Aunque vivió durante quince años fuera de Rusia, y vio otros mundos distintos al eslavo, el universo de Gorki era profundamente ruso: era el reflejo de la melancolía de los seres humanos derrotados que había conocido en su infancia y su juventud, de los campos rusos, los ríos interminables, las nieves eternas, la pobreza y miseria a la que el capitalismo había reducido la condición humana, pero también las fábricas oscuras en donde soñaban con la revolución, de los obreros sucios que surgían “al anochecer, cuando la fábrica vomitaba gente, como si fuera escoria”, que después se pondrían en marcha en multitudes deslumbrantes. Pocos escritores han conocido una fama semejante a la de Gorki, en todo el mundo. Su celebridad era abrumadora, pero no dejó de ser nunca un hombre sencillo, honesto, accesible para todos, próximo, modesto. Los lápices de Gorki conservados en su mesa son los del esfuerzo por el conocimiento, por la ilustración y la libertad. Igual que creyó ver en la sonrisa triste de Chéjov el “sutil escepticismo” de quien conocía “el precio de las palabras, el precio de los sueños”, fue el hombre que sonreía viendo a Lenin jugar al ajedrez en Capri, el niño que navegaba en las sentinas de un vapor del Volga, el que guardaba los lápices que le recordaban los lejanos días en que aprendió a leer.
 
Makár Tchudrá (1892)
Chelkásh (1895)
La vieja Izerguíl (1894-1895)
Malva (1897)
Los ex-hombres (1897)
Apuntes y veladas (1898)
Váren’ka Olésova (1898)
El canto del halcón (1899)
Foma Gordéiev (1899)
Los tres (1900)
Pequeños burgueses (1901)
El canto del petrel (1901)
Los bajos fondos (1902)
El hombre (1903)
Los veraneantes (1904)
Los hijos del sol (1905)
Los bárbaros (1905)
Los enemigos (1906)
La madre (1906-1907)
Los últimos (1907-1908)
La vida de un hombre innecesario (1908)
La confesión (1908)
La ciudad Okurov (1909)
La vida de Matvéi Kozhemiákin (1909)
Vassa Zheleznova (1910)
Por Rusia (1912-1917), cuentos
Сuentos de Italia (1913)
Mi infancia (1913-1914)
Entre los hombres (1915-1916)
Recuerdos de Tolstoi, Chejov y Andreiev (1920-1928)
Mis universidades (1923)
Los Artamonov (1925)
La vida de Klim Sanghin (1925-1936)
Yegor Bulychóv y los otros (1932)


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