viernes, 12 de junio de 2020

Proletarios Del Mundo Unios (006) Movimiento 26 De Julio. Cuba



PROLETARIOS DEL MUNDO UNÍOS. (006)


Reseñas de las organizaciones revolucionarias del mundo

Nota: Tercera entrega de la sección de este blooger llamada PROLETARIOS DEL MUNDO UNIOS , donde se publican artículos que den una reseña histórica de los movimientos revolucionarios emblemáticos que han hecho vida o hacen, alrededor del mundo; así como de sus órganos propagandísticos (periódicos, revistas, radios etc), esto con la finalidad de tener siempre viva la memoria histórica de nuestras luchas. estos artículos irán saliendo de acuerdo a alguna fecha histórica de la organización a reseñar. (entrega anterior: Partido Revolucionario de los Trabajadores. Argentina. Próxima entrega:Partido De Los Trabajadores. Hungría)

MOVIMIENTO 26 DE JULIO 
M-26-7 
CUBA

Movimiento 26 de Julio: motor y fragua de la insurrección

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Casi un mes antes, el dictador Fulgencio Batista se había visto obligado ante una fortísima movilización popular a restituir la Constitución del 40, y a hacer una amnistía a los presos políticos, que posibilitó la liberación de Fidel y sus demás compañeros moncadistas, con 22 meses de prisión en Isla de Pinos


Fulgencio Batista, el dictador que fue derrocado por Fidel Castro
FULGENCIO BATISTA
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El 12 de junio de 1955 nació el Movimiento Revolucionario 26 de julio, en una reunión clandestina de la joven vanguardia patriótica liderada por Fidel Castro, celebrada en La Habana, con la finalidad de extender su influencia a todo el país y preparar el camino de la insurrección armada, única vía posible entonces para la liberación nacional.


En cautiverio, el joven abogado Fidel Castro fue aislado de sus hermanos de lucha, sin que ello impidiera su firme trabajo ideológico y de orientación al núcleo de combatientes reclusos como él, sobrevivientes de las heroicas acciones de los asaltos a los cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo, el 26 de julio de 1953.

Su accionar traspasó los muros del antiguo Presidio Modelo de Isla de Pinos y fue el eje de la lucha popular y de masas que hizo triunfar la amnistía y hacer realidad la liberación.

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En todo momento Fidel consideraba vivo el movimiento revolucionario que había nucleado antes de las acciones del 53, que incluyó a jóvenes de la talla de Abel Santamaría, el segundo jefe de aquella gesta.

Estaba muy consciente, como José Martí con el Partido Revolucionario Cubano, de que ese movimiento u organización debía consolidarse, una vez libres, para convertirse en una recia columna que vertebrara y respaldara desde el punto de vista político, ideológico y logístico el desarrollo de la ingente lucha que tenían por delante contra el tirano.

No cesó de concebirlo y tampoco esperó para anunciar su constitución a la salida del presidio, casi a las puertas, diciendo incluso que se llamaría Movimiento 26 de Julio, en una suerte de llamado de atención sobre quienes eran sus integrantes (su calidad moral y propósitos) y un homenaje a los caídos en las acciones de esa fecha.

Aunque no tomó por sorpresa al joven líder, conocedor de la calaña de Fulgencio Batista, el dictador pronto demostró que sus publicitadas maniobras electoreras y “democráticas” eran pura politiquería y se dedicó a perseguir y reprimir con saña los intentos de desplegar formas de lucha por canales públicos.

Así mandó al ejército y sicarios a disolver actos, impedir declaraciones y publicaciones del doctor Fidel Castro en la prensa, y de cualquiera otra organización que lo respaldara.

Preparado para enfrentar la contingencia, Fidel se empeñó también en trabajar clandestinamente en la preparación del Movimiento 26 de Julio, sin que las fuerzas de la tiranía se dieran cuenta.

Si bien había diseñado la organización desde la prisión, la siguió remodelando de acuerdo con las nuevas circunstancias hasta el momento de su creación y luego hasta su partida al exilio, el siete de julio de ese mismo año.


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FRANK PAIS

Fidel tuvo que viajar a Ciudad de México, pues Batista ya había comenzado a disparar y asesinar nuevamente de forma abierta contra cualquier tipo de oposición, por “cívica y correcta” que fuera. Nunca había dejado de hacerlo, en verdad a la orilla de oscuros caminos.

Al movimiento 26 de Julio, cuya dirección inicial en Oriente correspondió a María Antonia Figueroa, se le sumó más adelante Frank País García, su hermano Josué, Vilma Espín y una pléyade de bravos y heroicos jóvenes del oriente cubano, que antes habían integrado su organización Acción Revolucionaria Oriental.

Después, en la región de Manzanillo y los municipios costeros situados en las faldas de la Sierra Maestra se les unen otros cubanos no menos valiosos, entre los que brillaron Celia Sánchez Manduley y los doctores Manuel Piti Fajardo y René Vallejo, posteriormente Comandantes del Ejército Rebelde.

También tuvo una estrecha conexión con el Directorio Revolucionario Estudiantil, dirigido por José Antonio Echeverría, con quien se firmó un acuerdo de colaboración en el exilio, previo a la salida de la expedición del Granma desde la hermana tierra.

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VILMA ESPIN




Cuba. A 40 años de la partida física de Celia Sánchez: Conciencia ...
CELIA SANCHEZ
Con la llegada a Cuba de los expedicionarios del Granma, el dos de diciembre de 1956, y la formación del Ejército Rebelde, se catapultó la onda expansiva del Movimiento 26 de Julio, en el que además de los soldados en combate en la Maestra, militaban campesinos de la zona, estudiantes, trabajadores.

Santiago de Cuba, Manzanillo y las regiones circundantes fueron los primeros bastiones del Movimiento 26 en cuanto a apoyo en hombres, armas, y medicamentos en respaldo a la guerra en las montañas. Pero llegó un momento en que la lucha clandestina fue audaz, tenaz y heroica en toda la Isla.

Las filas de antiguos militantes del Partido Ortodoxo, al que perteneciera Fidel, también aportaron afiliados a la nueva forma de organización que apostaba por la lucha insurreccional desde su creación.

Volviendo a la reunión fundacional del M-26-7, acompañaron al líder los inolvidables Haydée Santamaría, Melba Hérnández, Antonio Ñico López, Pedro Miret, Jesús Montané, Armando Hart y Faustino Pérez, entre otros hoy integrantes del panteón de héroes de la Patria.

Motor y fragua del proceso revolucionario cubano fue el M-26-7.
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HAYDEE SANTAMARIA


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ARMANDO HART


Falleció Melba Hernández, la heroína del Moncada | ALTiro
MELBA HERNANDEZ




En Ciudad México el 8 de agosto de 1955 da a conocer el Manifiesto número 1 del 26 de julio al pueblo de Cuba, en el cual con encendido acento martiano convoca de nuevo a la guerra necesaria, desenmascara la esencia de la tiranía, denuncia los crímenes, sus artimañas, las maniobras de los politiqueros de la oposición y su programa inmediato.

En este sentido los 15 puntos del Manifiesto número 1 del Movimiento 26 de Julio son ese mensaje que continúa la línea esbozada en su histórico alegato de defensa. El punto número 1 se refiere a la cuestión de la tierra, proclama la proscripción del latifundio y el derecho de propiedad para quien trabaja, el número 2 reivindica las conquistas obreras arrebatadas por la tiranía, el 3 se refiere a la industrialización, el 4 a la rebaja de los alquileres, el 5 a la nacionalización de los servicios públicos. En los puntos sucesivos aborda la cuestión de las becas para los hijos de obreros y campesinos. La extensión de la cultura y la reforma de la enseñanza, medidas para eliminar la discriminación racial y otros aspectos, todos de palpitante interés popular. En ese mismo documento al responder los argumentos de los que en distintas formas intentan detener el proceso revolucionario invocando la paz, la familia las soluciones no violentas o las afectaciones que pueda causar a la economía, Fidel se sitúa claramente al lado de los humildes y proclama diáfanamente: 
“A los que acusan a la Revolución de perturbar la economía del país les respondemos: para los guajiros que no tienen tierra no existe economía, para el millón de cubanos que están sin trabajo, no existe economía, para los obreros ferrocarrileros, portuarios, azucareros, henequeneros, textileros, autobuseros y otros tantos sectores a quienes Batista ha rebajado sus salarios despiadadamente no existe economía, y solo existirá para todos ellos mediante una revolución justa que repartirá la tierra, movilizará las inmensas riquezas del país y nivelara las condiciones sociales poniendo coto al privilegio y la explotación” . 

En cierto sentido se concibe el Movimiento 26 de Julio como el núcleo de un movimiento social contra la dictadura, con amplia raigambre. En el Manifiesto nº 1 se esboza esto.
 “El Movimiento 26 de Julio se integra sin odios contra nadie. No es un partido político, sino un movimiento revolucionario; sus filas estarán abiertas para todos los cubanos que sinceramente deseen restablecer en Cuba la democracia política e implantar la justicia social. Su dirección es colegiada y secreta, integrada por hombres nuevos y de recia voluntad que no tienen complicidad con el pasado, su estructura es funcional; en sus grupos de combate, en sus cuadros juveniles, en sus células secretas obreras, en su organización femenina, en sus secciones económicas y en su aparato distribuidor de propaganda clandestina por todo el país, podrán enrolarse jóvenes y viejos, hombres y mujeres, obreros y campesinos, estudiantes y profesionales, si no para que todos empuñen un arma porque nunca habrá suficientes para armara cada uno de los que quieren dar su vida en esta lucha, para que participen en ella en la medida de sus fuerzas, contribuyendo económicamente, distribuyendo una proclama o el trabajo en gesto de solidaridad y respaldo proletario cuando los clarines de la revolución llamen al combate, porque ésta ha de ser por encima de todo una revolución del pueblo, con sangre de pueblo y sudor de pueblo”.

Desde su fundación hasta la victoria del 1ro de enero el Movimiento 26 de Julio atraviesa diversas fases acorde a las coyunturas de lucha revolucionaria.

Una primera etapa en que por una parte se desarrolla una campaña de agitación y propaganda para dar a conocer el Movimiento, se popularizan sus consignas y se mantiene una lucha práctica e ideológica contra los intentos de tramitación y de comprendas que de una forma u otra se desarrolla la campaña de la guerra necesaria, en que proclamados públicamente los objetivos de desatar la lucha armada y se conjugan recursos humanos y materiales para hacerla factible. 

El Movimiento 26 de Julio proclama públicamente la vía insurreccional y desata una eficaz campaña propagandística que en corto tiempo gana la imaginación y la aceptación del pueblo. En breve plazo el Movimiento 26 de Julio es la única organización insurreccionad que cubre todo el territorio nacional, logrando organizarse en todos los pueblos y municipios del país. Es importante destacar que Fidel da una importancia extraordinaria a la propaganda. En carta a Melba Hernández señala: 

“Doy una importancia decisiva a esto, porque los manifiestos solos, circulando por todo el país clandestinamente, aparte de mantener la moral levantada, hacen el trabajo de miles de activistas, convierten a cada ciudadano entusiasta en un militante que repite los argumentos e ideas expuestos”.
Melba Hernández, heroína de la revolución cubana | Internacional ...
MELBA HERNANDEZ Y FIDEL CASTRO


La estructura organizativa del Movimiento se fue perfilando a lo largo de los años de lucha y ésta puede describirse más o menos de la siguiente forma: Una dirección nacional, dirigida por un coordinador, que constaba de las secciones de propaganda, finanzas, acción y sabotaje. Direcciones provinciales y municipales encabezadas por un coordinador, con sus responsables de propaganda, finanzas acción y sabotaje.                                                                                                 La Dirección Nacional estaba compuesta entre otros por Fidel Castro, Faustino Pérez, Pedro Miret, Ñico López Armando Hart y Haydeé Santamaría. Posteriormente se incorporaron Aldo Santamaría y otros. A fines de 1955 Frank es designado Jefe de Acción de Oriente, región que será principal escenario de la acción armada.                                                                                      El Movimiento se vertebró como una organización que abarca todo el territorio nacional, sus redes se extendieron a todas las localidades y municipios del país. En el curso de la lucha surgieron las secciones estudiantiles y obreras, pero éstas fueron evolucionando y en la práctica se convirtieron en el Frente Nacional (FEN), que movilizaba a los estudiantes de diversos grados de militantes y que tenían como base de operaciones los planteles estudiantiles. Entre ellos el Movimiento 26 de Julio ejercía la hegemonía.                                                                                     La sección obrera canalizó a través del Frente Obrero Nacional su principal tarea de organizar los Comités de Huelga en los centros de trabajo y canalizar la actividad de una masa de obreros y activistas en tareas colaterales del Movimiento 26 de Julio. Por otra parte se organizo el Movimiento de Resistencia Cívica con la finalidad de agrupar personalidades, operar instituciones profesionales, recaudar fondos, organizar campañas de denuncias a través de instituciones de prestigio, ayudar a los presos políticos e incluso reunir recursos materiales y de infraestructura. Una red de delegaciones en el exilio, establecidas en EE.UU., México, Venezuela y otros países desarrollaba una intensa labor de propaganda de fondos y adquiría o introducía en la Isla armas u otros pertrechos .                                                                                                             A partir del desembarco del Granma las actividades del Movimiento 26 de Julio estuvieron orientadas en dos direcciones: mantener un clima insurreccional en las ciudades y allegar recursos al naciente Ejército Rebelde. El aparato de acción urbano, con sus constantes actos de sabotaje, ajusticiamiento de esbirros y chivatos, etc., llevó la guerra civil a las ciudades desde el mismo 30 de noviembre de 1956 en que el Movimiento se lanzó a la pelea. Siendo un frente secundario, militarmente sufrió grandes bajas, posiblemente en mayor número que el Ejeécito Rebelde, y sirvió par entrenar cuadros, crear un ambiente político y psicológico adecuado y para obligar a la tiranía a mantener fuertes guarniciones en las ciudades protegiendo las propiedades, vidas de funcionarios, etc. De modo que de sus 50.000 hombres no pudo Batista emplear simultáneamente más de 12.000 frente al Ejército Rebelde .                                                             La correspondencia de Frank País es una fuente de incalculable valor para analizar esta etapa. En ella vemos la planificación nacional del sabotaje, de la propaganda, la reorganización del Movimiento de acuerdo a las necesidades de la lucha e incluso niveles de precisión en el abastecimiento de la Sierra Maestra. El primer refuerzo de combatientes llegado a la Sierra Maestra procedía del aparato de acción urbano en Santiago de Cuba. Armas, pertrechos suministro de todo tipo fueron acopiados y enviados por el aparato urbano del Movimiento. Asimismo se crearon redes de seguridad y logística que colaboraron sistemáticamente con el Ejército Rebelde. También fue una fuente nutricia de cuadros y combatientes.                                  En este sentido se puede decir que el Movimiento 26 de Julio fue un conjunto orgánico que se articuló como una totalidad en función de la lucha insurreccional y en función de esto dispuso de recursos humanos y materiales de acuerdo a las necesidades de la lucha. Poco antes de su muerte Frank País había señalado la necesidad de que la huelga general saliera de la primera idea y se tomaran medidas prácticas y organizativas para hacerla realidad. Su muerte vendría a mostrar la justeza de sus previsiones al provocar una huelga espontánea en agosto de 1957.

Un testimonio excepcional: El día que mataron a Frank País ...
SEPELIO DE FRANK PAIS












A raíz del fracaso de la huelga de abril la dirección nacional del Movimiento pactó las elecciones pertinentes determinándose que Fidel sería el Secretario General del Movimiento y Comandante en Jefe del Ejército Rebelde, trasladando la sede de la misma a la Sierra Maestra y determinando a partir de entonces que seguiría la línea de la lucha armada directa y que las acciones del Ejército Rebelde serian el medio fundamental para extender la lucha y alcanzar la victoria. Con lo cual se entra a una nueva etapa del Movimiento en la cual el Ejército Rebelde subordina los aparatos urbanos de la organización en función de extender la guerra revolucionaria.

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 Este proceso es también expresión de un nuevo fenómeno, durante el proceso insurreccional el Ejército Rebelde ha crecido orgánicamente y se ha radicalizado ideológicamente. Y es que la guerra no era sólo el acto de combatir, fue también un ejercicio de poder y de transformación del medio social. En ese proceso de hacer la Revolución, se revolucionaron los hombres que la hacían. Se dieron revolucionariamente tierras a los campesinos, se fundaron escuelas, se estableció una justicia revolucionaria. La preocupación por las condiciones de vida del campesinado y las medidas para paliar su miseria se convirtieron en parte de las acciones del Ejército Rebelde . Ramiro Valdes is a member of Raul Castro's inner circle (con ...

En el curso de la guerra en los territorios libres surgió el embrión del Estado Revolucionario. A partir de un cierto momento de desarrollo del proceso insurreccional en que predomina la guerra revolucionaria como forma fundamental de lucha, el centro de gravitación se traslada al Ejército Rebelde, que constituye en un gobierno militar y un partido político al mismo tiempo. El mismo objetivo que combatía, distribuía tierras, fundaba escuelas y hospitales administraba los territorios libres, organizaba un Congreso Campesino en Oriente y uno de trabajadores en Las Villas. Es decir las labores políticas, militares y administrativas iban de la mano. Pero además en la fase de su predominio el Ejército Rebelde se constituyó en el instrumento unitario de la Revolución, al aceptar en sus filas a todos los que querían combatir a la tiranía activamente con las armas. 

En la práctica el Ejército Rebelde ha sobrepasado los límites de la organización de la que nació. Esto plantea una situación nueva al derrumbarse la tiranía, el Ejército Rebelde no sólo ha sido fundamental para la victoria sino que también se constituía en una garantía para el desarrollo ulterior de la revolución. El nuevo Ejército era una verdadera dinamo revolucionaria que generaría cambios cada vez más profundos hasta dar al trasto con el sistema establecido.


Fidel, su capacidad para hacer viable la solución armada, su tenacidad para sostenerla y reiterarla, a pesar de la eterna y angustiosa carencia de recursos económicos y materiales y de los reveses que sufriría. Él, y su firme determinación de avalar sus ideas con la propia vida. Él, y su conciencia de la necesidad de incorporar a las masas a la ejecución de su proyecto y organizar, desde el inicio, destacamentos de civiles armados para llevar adelante el combate contra el aparato militar-policiaco de la dictadura con el objetivo de destruirlo, lo que hace evidente que en su propósito ulterior estaba implícito un fin estratégico; el de la revolución social.
En el transcurso de los siete años de enfrentamiento a la tiranía, de 1952 a 1958, serán incontables los aportes de otras organizaciones e individualidades que hicieron posible el derrocamiento de la tiranía.

Mas, la insurrección armada popular solamente pudo triunfar con la acción y el soporte moral, económico y material de gran parte del pueblo, en los que se refleja una fuerte voluntad de rebeldía colectiva, que devendría enorme tributo de esfuerzo, sacrificio y vidas en todo el país —y fuera de él— que coadyuvaron a su éxito, en lo general. Y, en lo particular, fue posible debido a la existencia de un coherente proyecto estratégico y efectivos planes tácticos que se tradujeron en respuestas adecuadas de la vanguardia revolucionaria a los dilemas de cada momento, con Fidel Castro, su Movimiento Revolucionario y su Ejército Rebelde, como referentes y principales fuerzas propulsores del decurso histórico nacional. La convergencia de todos estos factores dinámicos, actuando unidos en una misma dirección, hizo posible el primero de enero de 1959.

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ALGUNAS CITAS DE FIDEL CASTRO

 “Tengo una tremenda desconfianza y un concepto bastante malo de los montrealistas. La conducta de este grupo para conmigo y el movimiento ha sido la siguiente:  antes del 26 de Julio: desconocernos, excluirnos, sabotearnos y quitarnos gente, restregándole por la cabeza sus bolas, mentiras, pronósticos, y alardeando de las ventajas que les daban sus millones robados; durante el 26 y los días siguientes: envidiarnos, criticarnos, calumniarnos y llegar a decir inclusive que habíamos dado el golpe de acuerdo con Batista; después del proceso: callarse la boca y dejarnos solos en la lucha contra la calumnia, el crimen y la miseria"

“En primer término yo debo organizar a los hombres del 26 de Julio y unir en irrompible haz a todos los combatientes, los del exilio, la prisión y la calle, que suman más de ochenta jóvenes envueltos en el mismo jirón de historia y sacrificio. La importancia de tal núcleo humano perfectamente disciplinado, constituye un valor incalculable a los efectos de la formación de cuadros de lucha para la organización (...)

”Condiciones que son indispensables para la integración de un verdadero movimiento cívico: ideología, disciplina y jefatura. Los tres son esenciales pero la jefatura es básica (...)

”No puede organizarse un movimiento donde todo el mundo se crea con derecho a emitir declaraciones públicas sin consultar con nadie; ni puede esperarse nada de aquel que se integre por hombres anárquicos que a la primera discrepancia tomen el sendero que estiman más conveniente, desgarrando y destruyendo el vehículo (...)

”Las realidades de la política deben tomarse en consideración, es decir, tener bien puestos los pies sobre la tierra, pero sin sacrificar nunca la gran realidad de los principios”.

”En lo que a mí toca, con paciencia infinita y por encima de tan enormes obstáculos he tratado de conducir el Movimiento hacia el lugar decoroso que debe ocupar en los destinos de Cuba, con la vista puesta en un mañana más o menos lejano y con fe ciega en el éxito (...)

”Nuestros compañeros en el exilio pasando hambre, trabajo y penalidades de todas clases no pueden responder sino a los dictados de la desesperación. La ayuda económica que les prestan los que cuentan con abundantes recursos, necesariamente mediatiza sus actividades. Sé que si nosotros estuviéramos con ellos en México vendrían con nosotros, y todos juntos tengo la seguridad de que vendríamos aunque fuera a nado, posiblemente sin anunciarlo tanto; pero nosotros estamos aquí presos y ellos vendrán con cualquiera, impelidos hacia la patria, aunque sea a morir con quien les impongan de jefe, no porque tenga sus ideales sino porque tenga más recursos económicos. Me preocupa la suerte de ellos, porque son buenos y Cuba los necesita. En los planes revolucionarios que se fraguan el 26 de Julio está totalmente preterido (...) Contra el 26 se alzaba la temible conjura de todos los intereses creados, porque era un hecho que se salía de todos los cauces tradicionales, un esfuerzo sin precedentes en la vida republicana, una proeza de fe y valor por un puñado de jóvenes sin bagaje político ni recursos de ninguna clase (...)

”Por eso, todos los pseudorrevolucionarios no tienen más que una aspiración, dividir el Movimiento y repartirse sus despojos, como auras tiñosas, vulgares politiqueros, incapaces de buscar y preparar hombres. Por eso no se dignaron tomar en consideración al Movimiento y aspiran sólo a utilizar sus hombres como carne de cañón. ¡Qué distinto sería si nosotros estuviéramos en libertad! Ellos lo saben. O la revolución se hacía seria y compacta, con el 26 de Julio a la vanguardia, o el 26 de Julio se lanzaba solo a la revolución”

Valor a toda prueba



Cuando cayeron Josué País García, Floro Vistel Somodevilla y Salvador Pascual Salcedo en desigual combate, frente a esbirros de la tiranía del dictador Fulgencio Batista, aquella tarde del 30 de junio de 1957, intentaron acribillar los sueños de quienes estaban convencidos de que Cuba sería libre y la lucha era indispensable.

Ese aciago domingo avanzó la muerte hacia Josué y su comando del Movimiento 26 de Julio al fallar el grupo encargado de colocar petardos en las proximidades del parque Céspedes con el fin de boicotear el mitin que allí organizó el sicario Rolando Masferrer Rojas, para restar valor a los éxitos del Ejército Rebelde en la Sierra Maestra y aparentar una ciudad en calma.

No obstante, el menor de los hermanos de Frank País junto a Floro y Salvador determinaron ejecutar su misión. Los detectó y persiguió una patrulla, en tanto otra les cerró el paso en la esquina donde convergen el Paseo Martí y la Calzada de Crombet y con un disparo le hizo diana en uno de los neumáticos del automóvil quedando entre dos fuegos.

Los primeros en morir dando la batalla fueron Floro y Salvador, mientras Josué, herido, salió del carro, se protegió detrás de un muro y disparó hasta la última bala. Algunos testigos relataron que todavía estaba vivo al ser capturado.

Al referirse al trágico suceso Frank le escribe a Fidel: “Perdimos tres compañeros más, sorprendidos cuando iban a realizar un trabajo delicado y que prefirieron morir peleando antes de dejarse detener, entre ellos el más pequeño que me ha dejado un vacío en el pecho y un dolor muy mío en el alma”.

El Ejército Rebelde envía el 21 de julio de 1957 una misiva de condolencia a Frank País, pero no llegó a manos del jefe clandestino, por su también heroica muerte el día 30 de ese mes y año.

A Josué, Salvador y Floro los velaron juntos, sus féretros iban cubiertos con banderas del 26 de Julio y el pueblo santiaguero, profundamente conmovido, cantaba el Himno Nacional durante el trayecto hacia el cementerio patrimonial de Santa Ifigenia.


Es así como el Movimiento 26 de julio, encabezado por Fidel, organiza y conduce la lucha armada contra la tiranía hasta su derrota; lleva al pueblo a su amplia participación en el proceso  de construcción de una nueva sociedad; une las fuerzas revolucionarias; forma  un gobierno de nuevo tipo, primando los principios de independencia, soberanía de la Patria y no intervención del gobierno de los EE.UU.; y aprueba beneficios para elevar la calidad de vida de la población  y aplicar la solidaridad internacional.

A finales del año 1961 se crea un Partido único formado por el M-26-7, el Partido Socialista Popular y el Directorio Revolucionario, denominándose Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI). En el año 1963, pasaron a ser el Partido Unido de la Revolución Socialista (PURS) y en 1965, el pleno del PURS aprobó la resolución de que este Partido, en lo adelante, se llamaría  Partido Comunista de Cuba PCC. Fidel siempre presidió el M-26-7 y los Partidos.


Pueden repetirse palabras de Martí al constituir el Partido  el 10 de abril de 1892   “El sueño se ha realizado, y  la semilla es ya árbol…”                    


                                      1853: Nace José Martí, considerado héroe nacional de Cuba ...



http://www.acn.cu/especiales-acn/65946-movimiento-26-de-julio-motor-y-fragua-de-la-insurreccion






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