martes, 7 de julio de 2020

29 junio La Parranda De San Pedro Guatire-Guarenas. Venezuela



La parranda de San Pedro de Guarenas y Guatire


Inscrito en 2013 (8.COM) en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

© 2012 by Centro de la Diversidad Cultural

Todos los años, en las pequeñas ciudades de Guarenas y Guatire, los devotos del apóstol San Pedro celebran el día de su fiesta. Los fieles entonan cantos populares en honor del santo ante cada una de las imágenes de éste expuestas en las iglesias de ambas localidades. A media noche se celebra una misa en todas ellas, y luego los participantes sacan las imágenes a la calle para recorrer las calles en procesión. Un elemento central de la festividad es la rememoración y escenificación de la leyenda de la esclava María Ignacia, cuya hija fue curada por San Pedro. Algunos parranderos, vestidos con trajes de vivos colores minuciosamente confeccionados, representan los papeles de los personajes principales de esa leyenda, mientras que los demás agitan banderas y estandartes, tocan instrumentos musicales, bailan y cantan, improvisando melodías populares. Las mujeres participan en la preparación y celebración de la fiesta organizando reuniones para instruir a las jóvenes generaciones en la práctica de este elemento del patrimonio cultural, ornamentando las iglesias, vistiendo a las imágenes del santo y cocinando platos tradicionales. Durante la festividad, los parranderos, junto con sus familias, vecinos y otros adultos y niños de las comunidades, se reúnen para compartir todos juntos momentos de alegría. Esas reuniones sirven para celebrar el espíritu comunitario, la energía y la satisfacción de los parranderos, así como la vitalidad de una tradición que simboliza y reafirma el espíritu de lucha contra la injusticia y las desigualdades.


Parranda de San Pedro, una historia de fe

Parranda de San Pedro, una historia de fe

La Parranda de San Pedro es una festividad popular religiosa que se celebra en las poblaciones de Guarenas y Guatire, en los municipios Zamora y Ambrosio Plaza, respectivamente, del estado Miranda. La actividad fue proclamada como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por  la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura, Unesco, en el año 2013.

Una historia de fe

Señalan los estudios y la historia que han pasado de generación en generación,  que la Parranda de San Pedro se inició en la época colonial,  en una hacienda de esclavos ubicada entre los pueblos de Guarenas y Guatire en un lugar llamado “Cantón de Guarenas” que representaba una unidad político territorial,  que incluía ambas poblaciones.

En la hacienda ubicada en el Valle de Pacairigua, vivía una esclava de nombre María Ignacia, junto a su esposo  Domitilo, sus dos hijos varones de siete y ocho años de edad, además de una bebé de siete meses, Rosa Ignacia. Un día la niña comenzó a tener fiebre o como  señalaban los esclavos, “una calentura muy alta” enfermedad que ni los médicos, yerbateros y tampoco los curiosos pudieron curar.

María Ignacia, en medio de su preocupación y angustia por la salud de su hija, le encendió una vela a San Pedro y postrada ante la imagen, rezó toda la noche realizando una promesa “Ay San Pedro, cúrame a mi niña. Si mi niña se cura, te prometo que todos los 29 de junio, en tu honor haré lo que mejor sé, bailar”.

San Pedro le concedió el milagro a la negra esclava, la pequeña Rosa Ignacia recuperó su salud. María Ignacia le contó a su esposo, Domitilo sobre el milagro y de su promesa.  La noticia se regó por todo el Valle de Pacairigua y los otros esclavos dijeron “María Ignacia no bailará ni cantará sola para cumplir su promesa, nosotros la acompañamos”

Y así fue como ella junto a su esposo y sus dos hijos, con la niña en brazos y acompañada de los otros esclavos, comenzó un 29 de junio, la parranda en honor a San Pedro. Después de algunos años, María Ignacia enfermó de gravedad y murió.

Su esposo Domitilo, para que no se rompiera la promesa decidió vestirse con las ropas de su mujer y cada 29 de junio continúo el baile en honor a San Pedro junto a sus hijos. Al fallecer estos personajes, los demás esclavos continuaron la parranda, cuya tradición se fue pasando de generación en generación y se mantiene hasta nuestros días con la devoción y fe cristiana  de los habitantes de Guarenas y Guatire.

Tradición arraigada en el corazón

Raúl  González, forma parte de la directiva del Centro de Educación Artística “Andrés Eloy Blanco” que se ubica en el sector El Calvario, del pueblo de Guatire, lugar sede de la Parranda de San Pedro y donde reposa la imagen del santo bullangero, que tiene más de 100 años.

Allí se dictan los talleres sobre el baile popular y se guarda todo el vestuario e instrumentos musicales utilizados en las parrandas, que no solo se han realizado en esta comunidad, sino que ha recorrido distintas regiones de Venezuela y varios países del mundo.

En el salón principal de centro se encuentran dos paredes, en la más grande cuelgan retratos de los integrantes de la Parranda de San Pedro que ya fallecieron y a quienes se le rinden honores por las labores que realizaron, para mantener la tradición a través del tiempo.

“En este espacio le rendimos respeto a nuestros ancestros, a los “San Pedreños” que mantuvieron la devoción al santo, que defendieron y protegieron el legado religioso cultural  del baile.

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