PROLETARIOS DEL MUNDO UNÍOS. (007)
23 JULIO 1961 fundación del FSLN: fieles a la causa de Sandino
Publicado por Ana Martínez | Jul 23, 2019 | Boletín, Destacadas, Efemérides de la Revolución, Historia
El 23 de julio de 1961, el Coronel Santos López, Carlos Fonseca Amador, Silvio Mayorga, Faustino Ruiz, Jorge Navarro, Francisco Buitrago, José Benito Escobar, Tomás Borge, Germán Pomares Ordóñez y Rigoberto Cruz “Pablo Úbeda” fundaron el Frente Sandinista de Liberación Nacional, FSLN.
La fundación del FSLN marca un antes y un después en la historia de la lucha antisomocista, porque “significó la alternativa popular opuesta a la alternativa burguesa reformista en la lucha contra el somocismo” (Comandante Tomás Borge).
Este “puñado de hombres revolucionarios” que fundaron el FSLN son considerados la vanguardia histórica de nuestra organización. “Al referirnos a la creación de la vanguardia debemos subrayar el rescate que Carlos Fonseca hizo de Sandino y de sus ideas revolucionarias. Carlos vio en Sandino y sus ideas no un símbolo etéreo, no un símbolo abstracto, sino la guía para la comprensión de la realidad nicaragüense y su transformación revolucionaria» (Comandante Tomás Borge).
Es importante recordar que el coronel Santos López fue el eslabón entre el General Sandino y Carlos Fonseca. Así como es importante destacar que el Comandante Carlos Fonseca Amador se dio a la tarea de conocer a profundidad el pensamiento vivo del General Sandino, es decir, que el FSLN nació con un sustento ideológico adecuado a la cultura política nicaragüense, además en búsqueda del bienestar de todos.
En saludo a la fundación del FSLN, Barricada/Historia, presenta , una reseña escrita por el Comandante Tomás Borge Martínez, quien reconstruye los antecedentes históricos que nos permiten comprender cómo surgió y se conformó el Frente Sandinista de Liberación Nacional.
Sandino ayer, hoy y siempre
Quienes mataron a Sandino creyeron haber matado a la Revolución y creyeron haber matado hasta la posibilidad de la Revolución. Esta especie de superstición, parecida al fetichismo, de la cual todo mundo ha sido en alguna forma víctima, no es ajena a la dimensión con que se pretende situar a los individuos más allá de la historia o convertirlos en arquitectos exclusivos de la historia.
La otra cara de esta moneda grecorromana y un tanto escolástica es negar a ultranza el papel de los individuos en la historia. Sin embargo, la historia, –que no es un simple ruido, como afirmaba Montesquieu– se da bajo determinadas condiciones y está regida por leyes que actúan con independencia de la voluntad individual. Se equivocaron, por lo tanto, una vez más en este caso concreto, quienes pretendieron reducir al polvo de la amnesia a quien se convirtió en algo más que el arquetipo del pueblo nicaragüense. Las condiciones materiales que habían permitido a Sandino santificarse para señalar el camino de las luchas del pueblo siguieron vigentes después de su muerte con la dominación política y económica de los Estados Unidos; siguió vigente el egoísmo cotidiano de las clases explotadoras locales y desde luego la existencia de un instrumento de coerción: el ejército, que se puso el seudónimo de nacional. Por eso los disparos que mataron a Sandino no fueron un final sino el prólogo de un nuevo principio, de un salto que arranca con vocación de persistencia, al fundarse el Frente Sandinista de Liberación Nacional.La capacidad objetiva de la Guardia Nacional, instrumento de la dominación yanqui, fue el seguro de vida de la sobreexplotación contra el pueblo nicaragüense.
El dominio de este órgano brutal de represión y la muerte de Sandino convierten el período que va de 1934 a 1956 en un oscuro y triste paréntesis que se expresa en la práctica, como ya hemos dicho en otras oportunidades, aunque tal vez con otras palabras, en un descenso del movimiento revolucionario. El pueblo siguió luchando con terquedad, débil, desnutrido en lo orgánico y en lo ideológico. ¿Qué hacía falta en aquel momento? Hacía falta, sin duda, una dirección revolucionaria. Fue en toda esa época, la oposición burguesa la que suscribió la lucha contra el somocismo en un largo período de compraventa de la que siempre salió beneficiado el astuto y cruel padrino de la dinastía Somoza. Las condiciones objetivas –y ya nosotros y ustedes, nos hemos familiarizado con este tipo de conceptos– eran visibles y dramáticas: hambre, miseria, desnutrición, analfabetismo, inseguridad social, una cultura ridícula, dulzona e importada como los chiclets Adams. Las condiciones subjetivas, organización y conciencia eran invisibles por ser en aquel momento virtualmente inexistentes. Esta contradicción entre condiciones objetivas y subjetivas dio como resultado algo que marchó abriéndose paso como la luz en un túnel hasta que el pueblo descubrió que sin una vanguardia no era posible derrotar a la dictadura somocista.
El desarrollo capitalista del campo
Con el cultivo del algodón a partir de la década del 50 se inician las tolvaneras y el complemento de toxinas importadas a la pobre y criolla alimentación de nuestros trabajadores agrícolas y se concreta históricamente el desarrollo del capitalismo en Nicaragua bajo la estrecha vía de la agricultura mono–exportadora, cuya estructura productiva está ligada a la demanda del mercado mundial capitalista. El algodón impuso el sello o le dio el carácter de agroexportadora a la economía nicaragüense y fue un síntoma importante en el proceso de desarrollo de las relaciones de producción capitalista en la agricultura; se acumularon excedentes que se aplicaron a la ampliación del área algodonera; a la construcción de algunas viviendas de mal gusto como pueden ustedes observar en León y otras ciudades de Nicaragua, a las visitas periódicas de estos algodoneros al museo del Louvre y a la formación de una parte del sistema financiero privado.Esto incidió en la consolidación del Estado y en el desarrollo de algunas actividades industriales y comerciales relacionadas especialmente con el deslumbrante e inestable mercado del algodón. El resultado necesario, que no fue posible contabilizar igual que las pacas del algodón en el Banco de América, fue una mayor polarización dentro de una realidad histórica que por regla general se quiere negar en los púlpitos y en las tertulias de la burguesía. Una polarización entre las clases explotadas y los explotadores, situándose en nuestro país en un extremo a la burguesía agroexportadora y los grupos comerciantes industriales y en el otro a los trabajadores agrícolas. Es así que se rotura el proceso de proletarización que se inició a fines del siglo XIX con el cultivo del café y que conllevó a una mayor concentración de las tierras y finalmente el desarrollo tecnológico de la producción algodonera, lo que a través del gobierno somocista y sus leyes trae como consecuencia la agudización de la lucha de clases entre explotadores y explotados.
La crisis económica 1956–63
La crisis económica del 56, iniciada desde luego en los mercados capitalistas, somete a la economía nicaragüense a las fluctuaciones cíclicas de la demanda externa, (descenso en el precio del café y del algodón y disminución de los volúmenes de exportación). La crisis del modelo agroexpotador golpea las tasas de ganancias y acrecienta el malestar popular. Sin embargo, el proletariado agrícola y semi–proletariado, nacidos junto con las motas del algodón, así como el incipiente proletariado urbano, no son capaces todavía de responder colectivamente a la represión y a la miseria. Eso explica por qué no hay una organización política con lucidez estratégica para rebasar el estancamiento, el mutismo y la inanición.
Dentro del marco de estas condiciones es que se produce el ajusticiamiento de Somoza García, el viejo, por Rigoberto López Pérez, quien el 21 de Septiembre de 1956 marcó el principio del fin de la dictadura, de acuerdo con la voluntad expresa del héroe, lúcidamente explicada, por cierto, por Carlos Fonseca y complementada esta explicación, por José Benito Escobar. Después de Rigoberto, 20 movimientos armados se suceden a lo largo de la crisis rompiendo este paréntesis fatal.A partir de los años 60 se comienza a impulsar el proyecto de integración económica centroamericana. Dicho proyecto se inscribe, con una sonrisa más amplia que los recursos comprometidos, con la estrategia desarrollista cuyo intento de frenar el auge insurreccional fue infinitamente menos eficaz que los errores derivados de las concepciones mecánicas de los revolucionarios de América Latina entusiasmados y deslumbrados por la victoria de la Revolución Cubana.
La Alianza para el Progreso correspondía a un nuevo período expansionista de la inversión extranjera norteamericana. Esta se dirigía ahora principalmente al sector industrial ya que la concepción original del Mercado Común Centroamericano procedía de la CEPAL y su concepción desarrollista de cómo superar el subdesarrollo. Los planes iniciales concibieron un desarrollo industrial equilibrado. Este proyecto abstracto fue rápidamente distorsionado por las condiciones que impuso el financiamiento. El Mercado Común no era más que el marco político institucional que permitía el traslado y reubicación del capital local y extranjero en el sector industrial como un intento de solidificar las bases de acumulación de ese sector.
Intento distorsionado porque dentro de la estrategia integracionista no se contemplaba la Reforma Agraria y la redistribución del ingreso como una pre–condición del desarrollo industrial.
Entorno para crear la vanguardia
La acción de Rigoberto, tal como se ha repetido muchas veces, no fue un acto terrorista, pero no podemos resignarnos a decir eso nada más, hay que decir también que obedecía a las condiciones del subdesarrollo y atraso económico y cultural bajo las cuales se tiende a individualizar los conflictos sociales. A una expresión individualizada tan dramática como la de Somoza correspondía en aquel momento una respuesta de ese mismo carácter, esto explica también el por qué una dictadura personal militar era el instrumento adecuado para garantizar la dominación extranjera y oligárquica.
La acción de Rigoberto puso de manifiesto que el dictador no era físicamente invulnerable y ello constituyó el primer paso para que la conciencia del pueblo llegara a captar las fuerzas sociales que se esconden detrás del poder aparentemente personal.
La acción de Rigoberto, génesis de acciones populares y movimientos armados, fue la primera parte del novenario con que respondió nuestro pueblo al alegre y canibalesco liderazgo de la oposición burguesa, el reinicio del movimiento popular y los primeros movimientos que se dan alrededor del enorme sepulcro de Sandino antes de su resurrección.
La Revolución cubana, como lo observa Carlos Fonseca influyó en Nicaragua aún antes de su culminación victoriosa. Como lo señaláramos en el librito «Carlos, el amanecer ya no es una tentación»: “La victoria de la lucha armada de Cuba más que una alegría es el descorrer de innumerables cortinas, fogonazos que alumbran más allá de los dogmas ingenuos y aburridos del momento. La Revolución cubana fue ciertamente, un escalofrío de terror para las clases dominantes de América Latina y un violento atropello a las de repente tristes reliquias con las que habíamos iniciado nuestros altares.Fidel fue para nosotros la resurrección de Sandino, la respuesta a nuestras reservas, la justificación de los sueños, de las herejías de unas horas atrás”. Pero las acciones represivas de la dictadura sólo eran la expresión a nivel político de uno de los rostros de la contradicción. Las clases populares buscaron, entre gritos recién estrenados, su expresión política en Juventud Patriótica, huelgas magisteriales, huelgas obreras, manifestaciones estudiantiles, tomas de tierras, creación de sindicatos y confederaciones obreras y campesinas y poco después en esa especie de preámbulo que se llamó Nueva Nicaragua.
En esta agitación popular se incluyeron sectores que nunca se habían manifestado abiertamente en contra del régimen somocista. La agitación puso de relieve la incapacidad congénita de la burguesía nicaragüense o más exactamente la ausencia de una burguesía nacional con capacidad para asumir la dirección del movimiento anti-somocista. Los movimientos armados cubrieron de sangre y reiteración la geografía nicaragüense aunque no lograron incorporar en aquel momento a todo el pueblo a la lucha armada. Tratamos de explicarlo por la diversidad de la composición social, ideologías y programas políticos de los grupos guerrilleros. Hasta ese momento no había una teoría que permitiera determinar las fuerzas en conflicto jerarquizándolas estratégica y tácticamente.
Todas las acciones espontáneas con que las masas iluminaron esta fase inicial de ascenso revolucionario, nos sirvieron para detectar el potencial revolucionario del pueblo nicaragüense y se puso de relieve la carencia de una dirección y de una organización revolucionaria. Sin una vanguardia el potencial revolucionario no podía convertirse en un poderoso puño popular capaz de derribar a la dictadura somocista. De todo ello se dedujo el requerimiento de esa vanguardia que pudiese dar forma organizativa a la transpiración, cólera e intuición del pueblo. En esta fase de ascenso existían –repito– condiciones económicas para la creación de la vanguardia revolucionaria. Sobre la base de estas condiciones objetivas también se habían venido forjando algunas condiciones subjetivas a las que faltaba una ideología o una teoría que las ordenara o le diera coherencia, y por lo tanto, capacidad de aglutinamiento.
Fundación del FSLN
En Julio del 61 surge el Frente Sandinista de Liberación Nacional. Este acontecimiento histórico significó la alternativa popular opuesta a la alternativa burguesa reformista en la lucha contra el somocismo. No podemos hablar de una vanguardia sin una teoría de vanguardia. Al referirnos a la creación de la vanguardia debemos subrayar el rescate que Carlos Fonseca hizo de Sandino y de sus ideas revolucionarias. Carlos vio en Sandino y sus ideas no un símbolo etéreo, no un símbolo abstracto, sino la guía para la comprensión de la realidad nicaragüense y su transformación revolucionaria.
Podríamos decir que el pensamiento de Sandino se resume en dos grandes ideas rescatadas por Carlos Fonseca:
- Sólo los obreros y campesinos son capaces de luchar hasta el fin contra el imperialismo y sus representantes políticos locales. Con esto la intuición de Sandino captó ante todo el carácter clasista del movimiento revolucionario, la lucha de clases como motor de la historia. Además de señalar a los obreros y a los campesinos como los sujetos fundamentales de esta lucha, captó la forma popular que necesariamente debía de adoptar el movimiento revolucionario en Nicaragua.
- En las condiciones económicas, sociales y políticas de Nicaragua la lucha armada era la única vía que podía conducir hacia la transformación revolucionaria de la sociedad. Dicho desde ahora, esto parece una afirmación demasiado obvia, pero en aquel momento cuando las contradicciones conceptuales estaban jugando su papel, era muy importante rescatar esta idea esencial de Sandino: “La libertad no se conquista con flores sino a balazos”, dijo el General y esto se convirtió para nosotros en un hermoso lugar común, en un axioma para la formación de un ejército popular, inicialmente guerrillero, para la conquista de la liberación nacional y con la base de granito, suficiente desde el punto de vista de la conciencia, para la defensa de la soberanía nacional.
En estas dos grandes ideas se resume la estrategia que nos condujo a la victoria: la combinación de la lucha guerrillera con el movimiento de masas, a través de una dialéctica en la cual los guerrilleros se convirtieron en pueblo y el pueblo en ejército. Estas ideas eran ineludibles, de raíces enterradas en Nicaragua, conjugadas con la teoría revolucionaria con que se sintetizan las experiencias de todas las revoluciones. Y fue la aplicación de esta concepción, sin dogmatismos y creadoramente la que condujo a que un puñado de hombres revolucionarios fundara el Frente Sandinista de Liberación Nacional en 1961. El surgimiento del Frente Sandinista confirmó la veracidad de las palabras de Sandino cuando afirmó: “Nosotros iremos hacia el sol de la libertad o hacia la muerte, y si morimos no importa, nuestra causa seguirá viviendo, otros nos seguirán”. La causa de Sandino efectivamente había seguido viviendo y el Frente Sandinista no hacía más que asumirla bajo condiciones materiales distintas y bajo la guía de una teoría revolucionaria. La causa de Sandino desafió peligros, traiciones, convirtió a los vacilantes en estatuas de sal. La causa de Sandino sigue y seguirá viviendo.
Escrito por el Comandante Tomás Borge Martínez (Q.E.P.D)
Publicado por la Dirección Política del Ministerio del Interior en el mes de Julio de 1981
Republicado en la Revista Correo, n.12, mayo-junio 2012
PROGRAMA HISTÓRICO DEL FSLN
Presentación
El Programa Histórico del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) conocido como la
Herencia Programática de Sandino, fue presentado al pueblo nicaragüense en el año de 1969.
Es el reflejo de la interpretación de la realidad social de Nicaragua y la exposición de los
postulados fundamentales que guiarían las transformaciones revolucionarias, una vez que el
régimen somocista fuera liquidado y el poder del pueblo se convitiera en realidad.
La primera tarea que debió cumplir la Vanguardia fue conocer la injusta realidad y señalar el
camino para transformarla. El Programa Histórico del FSLN es la ruptura con las viejas
concepciones que se mantenían acercade cuál debía ser el camino revolucionario, y un
instrumento de lucha donde el pueblo reconoció en cada punto programático la posibilidad de
ver realizadas sus reivindicaciones históricas negadas por el poder opresor.
Del 23 de Julio de 1961, año de fundación del FSLN a Julio de 1981 han transcurrido 20 años
de trabajo continuo, y donde las limitaciones de una organización revolucionaria no eran
obstáculos para alcanzar la victoria. El período en que se elabora el Programa significa el más
difícil de la lucha, es aquel tiempo en que «todo mundo careció de oídos y el combate donde
empezó a nacer no se logró escuchar» para decirlo con la fuerza de Leonel Rugama.
Correspondió al Frente Estudiantil Revolucionario (FER) – en aquellos días en que la Vanguardia
trabajaba por acumular, en silencio, las fuerzas necesarias para continuar el combata guerrillero
– asumir la tarea de redita en 1972, los 15 puntos programáticos para su difusión masiva. Por
ello insertamos en esta edición del Programa Histórico la introducción con que el Frente
Estudiantil Revolucionario, en ese año, presentó a nuestro pueblo el Programa. Esa introducción
refleja la dureza de la lucha, la terquedad histórica de una organización revolucionaria dispuesta
a vencer por encima de las limitaciones, la voluntad de un pueblo decidido a recorrer la
totalidad de los horizontes para construir la Patria Libre.
La clandestinidad era el medio ambiente que cojiba las actividades de la Vanguardia, sin
embargo, el profundo respeto por el pueblo, la necesidad de presentarle a esta pueblo
revolucionario el contenido de la victoria y la razón de ser de la lucha, exigió de la Vanguardia
la elaboración de este programa que hoy cobra vigencia en el cumplimiento que se hace de
cada uno de sus puntos.
Así cobra vigencia la defensa del programa que realizara el Jefe de la Revolución Popular
Sandinista, Comandante Carlos Fonseca, cuando expresaba: Retamos a cualquier vocinglero
a que ofrezca un programa con mejores soluciones para el problema nicaragüense, que las
contenidas en el Programa del Frente Sandinista de Liberación Nacional, el Programa de la
Revolución Popular Sandinista
El reto lanzado por el FSLN no pudo ser asumido por nadie. La vanguardia y el pueblo
confirman hoy la vigencia histórica de la Herencia Programática de Sandino y trabajan
aprestándose a edificar el futuro que pertenece a plenitud al pueblo trabajador.
¡ Patria Libre o Morir !
Departamento de Propaganda y Educación Política del FSLN
Introducción
Febrero 21, 1934, Managua. Un grupo de animales, asesinos y bestiales, se hallan reunidos. Se llaman entre ellos altos oficiales de la Guardia Nacional. Van a satisfacer sus instintos más bajos asesinando a Augusto C. Sandino, General de Hombres Libres.
Sandino había dado durante seis años el ejemplo más loable de América, luchando por la liberación de su Patria, Nicaragua. En esos años escribía «quise creer que en Nicaragua todo se había vuelto oprobio y que el honor había desaparecido por completo de los hombres de aquella tierra».
Y agregaba «si en Nicaragua hubieran 100 hombres que la amaran como yo nuestra nación restauraría su soberanía absoluta, puesta en peligro por el mismo imperio yanqui».
Sandino está decidido, ama a su patria, repudia la corrupción y reconoce el peligro del imperialismo yanqui. Empieza una de las luchas guerrilleras más desiguales en la historia: «en el teatro de los acontcmientos me encontré con los dirigentes políticos, conservadores y liberales, son una serie de canallas, cobardes y traidores, incapaces de poder dirigir a un pueblo patriota y valeroso; hemos abondonado a esos directores y entre nosotros mismos, obreros y campesinos, hemos improvisado a nuestros jefes».
Tenemos ya conformado a un Sandino patriota, anti-imperialista, que contempla la corrupción de los políticos y se decide por una revolución popular. Pero aún va a madurar más su pensamiento político: «el vínculo de nacionalidad me da derecho a asumir la responsabilidad de mis actos en las cuestiones de Nicaragua y por ende de la América Central y de todo el Continente de nuestra habla, sin importarme que los pesimistas y cobardes me den el título que en su calidad de eunucos más les acomode… mi ideal campea en un amplio horizonte de internacionalismo, en el derecho de ser libre y de exigir justicia, aunque para alcanzar ese estado sea necesario derramar la propia sangre y la ajena».
Sandino comprende que las fuerzas de la burguesía no abandonarán sus privilegios por su propia voluntad, sabe que es necesario «derramar la propia sangre y la ajena», sabe que la guerra popular será la que destruirá a las clases dominantes; sabe también que serán «los oprimidos, que son el alma y nervio de la raza, los que hemos venido siendo postergados», los que harán en definitiva la revolución.
El asesinato de Sandino frustró al pueblo de Nicaragua. Su muerte significó la instauración de una de las más feroces dictaduras y el aplazamiento a las demandas populares.
Pero al conmemorar 38 años de su muerte, el pueblo nicaragüense ve con más claridad y entusiasmo que esa muerte no fue inútil, que el Frente Sandinista de Liberación Nacional, FSLN, ha tomado en sus manos la responsabilidad de continuar la lucha sandinista para acompañar al pueblo a la victoria final.
Las más caras aspiraciones reivindicativas del General de Hombres Libres han sido recogidas por este puñado de patriotas, que alentados por su ejemplo han engrosado las filas guerrilleras, enriquecidos además por la conducta ejemplar de hombres como el Ché Guevara y el padre Camilo Torres, que también dieron su vida por una patria libre para los oprimidos del mundo.
Esta es la HERENCIA PROGRAMÁTICA DE SANDINO, que hoy tratan de hacer realidad esos hermanos nuestros que han decidido alcanzar una PATRIA LIBRE O MORIR.
El Movimiento Estudiantil Hacia la Liberación Nacional Frente Estudiantil Revolucionario (FER) – 1972
EL PROGRAMA HISTÓRICO DEL FSLN 1969
El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) ha surgido de las necesidades del pueblo nicaragüense de tener una » Organización de Vanguardia » capaz de lograr mediante la lucha frontal contra sus enemigos, la toma del PODER POLÍTICO y el establecimiento de un sistema social que liquide la explotación y la miseria que ha padecido nuestro pueblo en el pasado histórico.
El FSLN es una organización POLÍTICO-MILITAR cuyo objetivo estratégico es la toma del PODER POLÍTICO mediante la destrucción del aparato militar y burocrático de la dictadura y el establecimiento de un gobierno revolucionario basado en la alianza OBRERO-CAMPESINA y el concurso de todas las fuerzas patrióticas ANTI-IMPERIALISTAS Y ANTIOLIGÁRQUICAS DEL PAÍS.
El pueblo de Nicaragua sufre el sojuzgamiento de una camarilla reaccionaria y fascista, impuesta por el imperialismo yanqui dese el año 1932, año en que Anastasio Somoza García fue designado Jefe Director de la llamada Guardia Nacional (G.N.).
La camarilla somocista ha reducido a Nicaragua a la condición de una neocolonia a la que explotan los monopolios yanquis y los grupos oligárquicos del país.
El régimen actual es un régimen políticamente impopular y jurídicamente ilegal. Su reconocimiento y ayuda por parte de los norteamericanos constituye una prueba irrefutable de la injerencia extranjera en los asuntos de Nicaragua.
El FSLN ha analizado con seriedad y gran responsabilidad la realidad nacional y ha decidido enfrentarse a la dictadura con las armas en la mano, ya que hemos llegado a la conclusión de que el triunfo de la Revolución Popular Sandinista y el derrocamiento del régimen enemigo del pueblo, surgirá como consecuencia del desarrollo de una dura y prolongada guerra popular.
Cualesquiera que sean las maniobras y medios desplegados por el imperialismo yanqui, la dictadura somocista está condenada al fracaso total ante el avance y desarrollo impetuoso de las fuerzas populares encabezadas por el FRENTE SANDINISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL.
Ante esta coyuntura histórica el FSLN ha trazado este programa político con miras a fortalecer y desarrollar nuestra organización, alentar y estimular al pueblo de Nicaragua para que marche hacia adelante, resuelto a luchar hasta derrocar a la dictadura y a resistir la intervención del imperialismo yanqui para forjar una patria libre, próspera y revolucionaria.
I. Un Gobierno Revolucionario
La Revolución Popular Sandinista establecerá un gobierno revolucionario que liquidará la estructura reaccionaria originada por fases electorales y golpes militares, el poder popular forjará una Nicaragua sin explotación, sin opresión, sin atraso, una patria libre, progresista e independiente.
El gobierno revolucionario dictará las siguientes medidas de índole política:
- Dará al poder revolucionario una estructura que permita la plena participación de todo el pueblo, tanto a nivel nacional como a nivel local (departamental, municipal, comarcal).
- Garantizará a todos los ciudadanos el ejercicio pleno de todas las libertades individuales a el respeto a los derechos humanos.
- Garantizará la libertad de emisión del pensamiento, que conduzca primordialmente a la vigorosa difusión de los derechos populares y de los derechos patrios.
- Garantizará la libertad para organizar el movimiento obrero-sindical en la ciudad y en el campo, libertad para organizar agrupaciones campesinas, juveniles, estudiantiles, femeninas, culturales, deportivas, etc.
- Garantizará el derecho de los nicaragüenses emigrados y exiliados a retornar a suelo patrio.
- Garantizará el asilo a los ciudadanos de otros países perseguidos por participar en la lucha revolucionaria.
- Castigará severamente a los verdugos culpables de perseguir, delatar, ultrajar, torturar o asesinar a los revolucionarios y al pueblo.
- Privará de sus derechos políticos a los individuos que ocupen altos cargos públicos a raíz de las farses electorales y golpes militares.
El gobierno revolucionario dictará las siguientes medidas de índole económica:
- Expropiará los latifundios, fabricas, empresas, edificios, medios de transporte y demás bienes usurpados por la familia Somoza y acumulados mediante la malversación y despojos de las riquezas de la nación.
- Expropiará los latifundios, fabricas, empresas, medios de transporte y demás bienes usurpados por políticos y militares y todo tipo de cómplices que se han valido de la corrupción administrativa del régimen actual.
- Nacionalizará los bienes de todas las compañías extranjeras, que se dediquen a la explotación de los recursos minerales, forestales, marítimos y de otra índole.
- Establecerá el control obrero en la gestión administrativa de las empresas y demás bienes expropiados y nacionalizados.
- Centralizará el servicio de transporte colectivo.
- Nacionalizará el sistema bancario, el cual estará al servicio exclusivo del desarrollo del país.
- Establecerá una moneda independiente.
- Desconocerá los empréstitos impuestos al país por los monopolios yanquis o de cualquier otra potencia.
- Establecerá relaciones comerciales con todos los países, cualesquiera sea el sistema que los rija, en beneficio del desarrollo económico del país.
- Establecerá una adecuada política tributaria, la cual se aplicará con estricta justicia.
- Prohibirá la usura, ésta prohibición incluirá tanto a nacionales como extranjeros.
- Protegerá a los pequeños y medianos propietarios (productores, comerciantes) con restricción de los excesos que provoca la explotación de los trabajadores.
- Establecerá el control estatal sobre el comercio exterior con miras a diversificarlo e independizarlo.
- Restringirá rigurosamente la importación de artículos de lujo.
- Planificará la economía nacional, poniendo fin a la anarquía característica del sistema capitalista de producción. Parte importante de dicha planificación se destinará a la industrialización y electrificación del país.
II. Revolución agraria
La Revolución Popular Sandinista trazará una política agraria que realice una Reforma Agraria Auténtica que en forma inmediata logre la redistribución masiva de la tierra, liquidando la usurpación latifundista en beneficio de los trabajadores (pequeños productores) que laboran la tierra.
- Expropiará y liquidará el latifundio capitalista y feudal.
- Entregará gratuitamente la tierra a los campesinos de acuerdo con el principio de que la tierra debe de pertenecer al que la trabaja.
- Realizará un plan de desarrollo agropecuario encaminando a la diversificación e incrementación de la productividad de dicho sector.
- Garantizará a los campesinos los siguientes derechos:
- Crédito agrícola oportuno y adecuado.
- Comercialización (aseguramiento de mercado para sus productos).
- Asistencia técnica.
- Protegerá a los patriotas propietarios de tierras que colaboren con la guerrilla, mediante la remuneración de sus tierras que excedan a lo establecido por el gobierno revolucionario.
- Estimulará y fomentará a los campesinos para que se organicen en cooperativas, a efecto de que él mismo tome en sus manos su propio destino y participe directamente en el desarrollo del país.
- Abolirá las deudas contraídas por el campesinado con el terrateniente y todo tipo de usurero.
- Liquidará el paro forzoso, que existe durante la mayor parte del año en el campo y velará por la creación de fuentes de trabajo para la población campesina.
III. Revolución en la cultura y la enseñanza
La Revolución Popular Sandinista asentará las bases para el desarrollo de la cultura nacional, la enseñanza popular y la reforma universitaria.
- Impulsará una campaña masiva para exterminar en forma inmediata el «analfabetismo».
- Desarrollará la cultura nacional y extirpará la penetración neo.colonial en nuestra cultura.
- Rescatará el olvido en que han sido mantenidos por los regímenes impopulares, los intelectuales progresistas y sus obras surgidas a lo largo de nuestra historia.
- Atenderá el desarrollo y progreso de la enseñanza en los distintos niveles (primaria, intermedia, técnica, universitaria, etc.), la enseñanza será gratuita en todos los niveles y obligatoria en algunos.
- Concederá becas a los estudiantes de distintos niveles con escasos recursos económicos. Las becas incluirán: vivienda, alimentación, vestuario, libros, transporte.
- Forjará más y mejores maestros, con los conocimientos científicos que demanda la época actual, que puedan satisfacer a la totalidad de nuestra población estudiantil.
- Nacionalizará los centros de enseñanza privados convertidos inmoralmente en industrias por mercaderes que hipócritamente invocan principios religiosos.
- Adaptará los programas de enseñanza a las necesidades del país, aplicará métodos de enseñanzas a las necesidades del país experimentales y científicas.
- Realizará una reforma universitaria que incluirá entre otros, las siguientes demandas:
- Rescatar a la Universidad del dominio de las clases explotadoras, para servir al auténtico creador y forjador de nuestra cultura: el Pueblo. La enseñanza universitaria debe de estar orientada en función del hombre, en función del pueblo. La Universidad debe dejar de ser un vivero de egoístas burócratas.
- Liquidar la discriminación que ha sufrido la juventud procedente de la clase obrera y campesina, en el acceso a las aulas universitarias.
- Multiplicar el presupuesto estatal para la Universidad de manera que pueda solucionar económicamente los diversos problemas que afronta.
- Representación mayorista de los estudiantes en las Juntas de Facultad, teniendo presente que el estudiante constituye el sector principal de la población universitaria.
- Liquidar la penetración neo-colonial en la universidad, particularmente la que ejercen los monopolios norteamericanos a través de las limosnas donadas por las fundaciones pseudo-filantrópicas.
- Promoción de una investigación libre, experimental,científica que debe contribuir a desentrañar la problemática nacional y universal.
- Fortalecer la unidad de los estudiantes, catedráticos e investigadores con todo el pueblo, perpetuando el generoso ejemplo que han ofrendado sus vidas en aras del ideal patriótico.
IV Legislación laboral y seguridad social
La Revolución Popular Sandinista, liquidará las injusticias de las condiciones de vida y trabajo padecidos por la clase obrera bajo la brutal explotación en favor de la legislación laboral y Asistencial Social.
- Promulgará un Código Laboral que reglamentará, entre otros los siguientes derechos:
- Promulgará la adopción del principio de «quien no trabaja no come», exceptuando lógicamente al que debido a la edad (niños, ancianos), por prescripción médica u otra razón de fuerza mayor no esté en condiciones de participar en el proceso de producción.
- Apego estricto a la jornada de ocho horas de trabajo.
- Los ingresos del trabajador (salarios y demás prestaciones), deberán ser suficientes para satisfacer sus necesidades diarias.
- Respeto a la dignidad del trabajador prohibiendo y castigando el trato injusto a éste en el desempeño de su labor.
- Abolir los despedidos injustificados.
- Obligación de cancelar salarios en el plazo legal.
- Derecho a todos los trabajadores a vacaciones periódicas.
- Liquidará el flagelo de la desocupación.
- Extenderá la atención a la seguridad social de todos los obreros y empleados públicos del país. La atención incluirá los casos de enfermedades, incapacidad física y jubilación.
- Prestará asistencia médica gratuita a toda la población. Instalará clínicas y hospitales en todo territorio nacional.
- Emprenderá campañas masivas para erradicar las enfermedades endémicas y prevenir las epidémicas.
- Realizará la Reforma Urbana, que entregará a cada familia una vivienda adecuada, pondrá fin a la usurera especulación del espacio urbano (lotificación, urbanización, casas de alquiler, etc.) que explota la necesidad de las familias trabajadoras de la ciudad a disponer de un techo adecuado para vivir.
- Iniciará y desarrollará la construcción de viviendas adecuadas para la población campesina.
- Reducirá las tarifas por concepto de agua, luz, alcantarillado, ornato; aplicará programas para extender todos estos servicios a la totalidad de la población urbana y
rural. - Fomentará la práctica de los deportes en todas las clases y categorías.
- Eliminará la humillante mendicidad poniendo en práctica las medidas antes mencionadas.
V. Honestidad administrativa
- La Revolución Popular Sandinista extirpará la corrupción administrativa gubermental y establecerá una estricta honestidad administrativa.
- Abolirá la criminal industria del vicio (prostitución, juegos de azar, expendio de drogas, etc.) que explota el sector privilegiado de la G.N. y los parásitos extranjeros.
- Establecerá un estricto control de la recaudación de los impuestos para impedir el lucro de funcionarios gubernamentales, lo cual pondrá fin a la práctica usual de las dependencias oficiales del régimen actual.
- Terminará con el arbitrario negocio de los miembros de la G.N. que despojan a la población mediante el cobro de impuestos locales.
- Pondrá fin al negocio que representa para los comandantes militares, la apropiación del presupuesto destinado a la atención de los prisioneros comunes, y llevará a cabo la instalación de centros adecuados para la rehabilitación de tales delicuentes.
- Abolirá el contrabando practicado en gran escala por la pandilla de políticos, militares y extranjeros cómplices del régimen.
- Castigará severamente a las personas que incurren en delitos contra la honestidad administrativa (desfalcos, contrabando, explotación de vivios, etc.), severidad que será mayor cuando se trate de elementos que militen en el movimiento revolucionario.
VI. Reincorporación de la Costa Atlántica
La Revolución Popular Sandinista pondrá en práctica un plan especial a favor de la Costa Atlántica, sumida en el máximo abandono, para incorporarla a la vida de la nación.
- Terminará con la explotación inicua que ha sufrido la Costa Atlántica, durante toda su historia por los monopolios extranjeros, particularmente por el imperialismo yanqui.
- Acondicionará las tierras adecuadas de la zona para el desarrollo de la agricultura y la ganadería.
- Aprovechará las condiciones favorables para impulsar el desarrollo de la industria pesquera y forestal.
- Estimulará el florecimiento de los valores culturales locales de esa región, provenientes de los aspectos originales de su tradición histórica.
- Aniquilará la odiosa discriminación de que han sido objeto los indígenas miskitos, sumos, zambos y negros de esa región.
VII. Emancipación de la mujer
La Revolución Popular Sandinista abolirá la odiosa discriminación que la mujer ha padecido con respecto al hombre; establecerá la igualdad económica, política y cultural entre la mujer y el hombre.
- Extenderá a la madre y al niño atención especial.
- Eliminará la prostitución y otras lacras sociales, con lo cual elevará la dignidad de la mujer.
- Pondrá fin al régimen de servidumbre que padece la mujer y que se refleja en el drama de la abandonado madre trabajadora.
- Establecerá el derecho a igual protección de las instituciones revolucionarias para los niños nacidos fuera de matrimonio.
- Establecerá círculos infantiles para el cuidado y atención a los hijos de las trabajadoras.
- Establecerá dos meses de ausencia por maternidad antes y después del parto para las mujeres que trabajan.
- Elevará el nivel político, cultural y vocacional de la mujer, mediante su participación en el proceso revolucionario.
VIII. Respeto a las creencias religiosas
- La Revolución Popular Sandinista garantizará a la población creyente la libertad de profesar cualquier religión.
- Respetará el derecho de los ciudadanos a profesar y practicar cualquier creencia religiosa.
- Apoyará la labor de los sacerdotes y demás predicadores religiosos que defienden al pueblo trabajador.
IX. Política exterior independiente
La Revolución Popular Sandinista liquidará la política exterior de sumisión al imperio yanqui y establecerá una política exterior patriótica de absoluta independencia nacional y por una auténtica paz universal.
- Pondrá fin a la intromisión yanqui en los problemas internos de Nicaragua y practicará ante los demás países una política de respeto mutuo y de colaboración fraternal entre los pueblos.
- Expulsará a la misión militar yanqui, a los llamados cuerpos de paz (espías disfrazados de técnicos), elementos militares y políticos semejantes, que constituyen una descarada intervención en el país.
- Aceptará la ayuda económica y técnica de cualquier país, siempre y cuando no implique compromisos políticos.
- Promoverá junto con los demás pueblos del mundo una campaña en favor de una auténtica paz universal.
- Desconocerá todo tratado suscrito con cualquier potencia extranjera que lesione la soberanía nacional.
X. Unidad popular centroamericana
La Revolución Popular Sandinista por la verdadera unión de los pueblos centroamericanos en una sola patria:
- Respaldará una auténtica unidad con los pueblos hermanos en Centroamérica. Esta unidad se encaminará a la coordinación de los esfuerzos para alcanzar la Liberación Nacional y establecer un nuevo sistema social sin dominio imperialista, ni traición nacional.
- Liquidará la llamada integración que se propone multiplicar el sometimiento de Centroamérica a los monopolios norteamericanos y a las fuerzas reaccionarias locales.
XI. Solidaridad entre los pueblos
La Revolución Popular Sandinista pondrá fin al empleo del territorio nacional como base de agresión yanqui contra otros pueblos hermanos y pondrá en práctica una solidaridad militante con los hermanos pueblos combatientes para su liberación.
- Apoyará activamente la lucha de los pueblos de Asia, África y América Latina contra el nuevo y viejo colonialismo y contra el enemigo común: el imperialismo yanqui.
- Apoyará la lucha del pueblo negro y de todo el pueblo de los Estados Unidos, por una auténtica democracia y la igualdad de derechos.
- Apoyará la lucha de todos los pueblos contra la instalación de bases militares yanquis en países extranjeros.
XII. Ejército patriótico popular
La Revolución Popular Sandinista abolirá la fuerza armada enemiga del pueblo denominada Guardia Nacional (G. N.) y creará un Ejército Popular, Revolucionario y Patriótico.
- Abolirá la Guardia Nacional (G. N.), fuerza enemiga del pueblo creada por las fuerzas de ocupación norteamericana en 1927 con el fin de perseguir, torturar y asesinar a los patriotas sandinistas.
- En el nuevo Ejército Popular podrán tener cabida los soldados profesionales miembros del antiguo ejército que hayan observado la siguiente conducta:
- Que hayan respaldado el combate guerrillero
- Que no hayan participado en asesinatos, despojos, torturas y persecución al pueblo y a los militantes revolucionarios.
- Que se hayan sublevado contra el régimen despótico y dinástico de los Somoza.
- Fortalecerá al nuevo ejército popular elevando su capacidad combativa y su nivel táctico y técnico.
- Inculcará en la conciencia de los miembros del Ejército Popular, el principio de apoyarse en sus propias fuerzas en el cumplimiento de sus deberes y desarrollar toda su actividad creadora.
- Profundizará en los miembros del Ejército Popular los ideales revolucionarios con miras a fortalecer el espíritu patriótico y la firme convicción de luchar hasta alcanzar la victoria, venciendo los obstáculos y rectificando los errores.
- Forjará una disciplina consciente en las filas del Ejército Popular y fomentará los vínculos estrechos que deben haber entre los combatientes y el pueblo.
- Establecerá el servicio militar obligatorio y armará a los estudiantes, obreros y campesinos que organizados en milicias populares defenderán los derechos conquistados ante la inevitable embestida de las fuerzas reaccionarias del país y del imperialismo yanqui.
XIII. Veneración ante nuestros mártires
La Revolución Popular Sandinista guardará gratitud y veneración eterna a los mártires de nuestra patria y continuará el luminoso ejemplo de heroísmo y generosidad legados por ellos.
- Educará a las nuevas generaciones en la gratitud y veneración eterna hacia los caídos en la lucha para que Nicaragua sea una Patria Libre.
- Fundará una escuela superior para educar a los hijos de los mártires de nuestro pueblo.
- Inculcará a todo el pueblo el ejemplo imperecedero de nuestros mártires, defendiendo el ideal revolucionario, HASTA LA VICTORIA SIEMPRE !!!
FRENTE SANDINISTA DE LIBERACION NACIONAL (F.S.L.N.)
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