domingo, 12 de julio de 2020

Ruta De La Campaña Admirable, 2 de julio 1813 Batalla De Niquitao. Venezuela



Un 2 de julio la monarquía española salió derrotada en La Batalla de Niquitao



     La batalla de Niquitao es un hecho de armas donde una columna patriota dirigida por José Félix Ribas, Rafael Urdaneta y Vicente Campo Elías, que venía de los Llanos, derrota el viernes 2 de julio de 1813, en el páramo de Niquitao, a las fuerzas realistas dirigidas por el comandante José Martí, quien estaba subordinado al gobernador de Barinas, el capitán de fragata Antonio Tiscar y Pedrosa. Fueron hechos prisioneros 540 realistas, muchos de ellos se pasaron a los patriotas. Los tres capitanes españoles y otros individuos originarios de España fueron ejecutados en otro episodio de la guerra a muerte.
Bolívar y Girardot avanzan sobre los restos realistas al mando de Tiscar, que consiguen retirarse hacia Nutrias y San Fernando de Apure donde pretendían reunirse con José Antonio Yáñez, que vía Apure, desde Guasdalito, en su camino desde San Cristóbal, había vencido al patriota Antonio Nicolás Briceño, el 15 de mayo. Pero Antonio Tiscar y Pedrosa no consigue reunirse con Yañez y se embarca hacia Angostura, en la Guayana venezolana.



 José Félix Ribas
El 2 de julio de 1813 se realizó en Niquitao, población del estado Trujillo, una de las batallas que marcó el éxito de la Campaña Admirable, como lo es la Batalla de Niquitao, ilustrada como el digno ejemplo de un movimiento de resistencia en contra de las autoridades españolas. Esta acción armada, también conocida como “Llano del Ataque”, fue dirigida por José Félix Ribas junto a Rafael Urdaneta y Vicente Campo Elias en compañía de 450 hombres venezolanos armados que inmolaron sus vidas y derrotaron a las tropas realistas del Coronel José Martínque.

 Vicente Campo Elias
El 20 de junio, la división de retaguardia de la columna republicana que, bajo el mando del General Simón Bolívar, desarrollaba la Campaña Admirable, se hallaba acampada en el sitio Boca del Monte, al noroeste de Boconó; mientras que Bolívar estaba en Biscucuy. La división (Coronel José Félix Ribas) había seguido el itinerario de Mérida-Apartaderos-Las Piedras-Altamira-Caldera, para dirigirse a Trujillo por Boconó.

Simultáneamente con el movimiento de Bolívar y José Félix Ribas, el Coronel realista José Martí, Con 800 a 1.000 hombres, había salido de Barinas en dirección de Niquitao, por el camino que pasa por Caldera. Noticioso de este avance, Ribas contramarchó hacia ese sitio adonde llegó el 1 de julio, en horas de la noche. Para ese momento Martí tenía sus avanzadas a unos 4 km al suroeste de Niquitao; el grueso estaba desplegado en unas alturas distantes 12 km de la línea de las avanzadas.

Rafael Urdaneta
Las fuerzas realistas contaban con un ejército que duplicaba en número de hombres a nuestro ejército patriota y ademas de tener una posición ventajosa, tuvieron que retroceder ante las tropas emancipadoras y se atrincheraron en una posición cubierta de peñas bastante infraguables que, no obstante, los revolucionarios tomaron en aquella memorable fecha.

Allí Ribas demostró su espíritu libertario, “El General José Félix Ribas, sobre quien la adversidad no puede nada, el héroe de Niquitao y Los Horcones, será desde hoy titulado El Vencedor de los Tiranos en La Victoria“, así lo denominó el Libertador Simón Bolívar en un discurso de reconocimiento a este patriota.
Esta importante batalla surge a raíz de la Proclama de Guerra a Muerte, declarada por nuestro Libertador Simon Bolívar, donde escribió: “Españoles y canarios, contad con la muerte, aun siendo indiferentes, si no obráis activamente en obsequio de la libertad de la América. Americanos, contad con la vida, aun cuando seáis culpables”, dicha aseveración la hizo el libertador con la finalidad de hacer cambiar la visión que el pueblo venezolano tenía de la guerra y así, darle un sentido patriota.



Junto a las victorias de Betijoque y Agua de Obispo, logradas, respectivamente, el 4 y el 18 de junio de aquel mismo año, este importante triunfo abrió la puerta del centro del país al Libertador y permitió su avance triunfal hacia Caracas, que culminaría el 6 de agosto de 1813, cerrando exitosamente la Campaña Admirable.

          



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