martes, 15 de septiembre de 2020

14 Septiembre 1920 Natalicio Mario Benedetti. Uruguay

 

Mario Benedetti. Gracias Por el Fuego con el que nos iluminas.

Mario Orlando Hardy Hamlet Brenno Benedetti Farrugia, más conocido como Mario Benedetti, nacio en Uruguay en la ciudad de Paso de los Toros, el 14 de septiembre de 1920. Escritor, poeta, novelista, dramaturgo, periodista, cuentista y crítico, una de las figuras más relevante de la literatura latinoamericana de la segunda mitad del siglo XX. Con una personalidad marcada en defender acérrimamente los valores cívicos, la libertad y la igualdad, cultivador de todos los géneros, su obra es tan prolífica como popular; novelas suyas como La tregua (1960) o Gracias por el fuego (1965) fueron adaptadas para la gran pantalla, y diversos cantantes contribuyeron a difundir su poesía musicando sus versos.
Alí Primera - Canto Oriental

Incluso quien no es un asiduo lector ha escuchado mencionar el nombre de Mario Benedetti, quien tuvo en su haber más de 80 publicaciones traducidas a más de 20 idiomas y que continúan siendo una lectura obligada tanto para los amantes de las letras como para estudiantes de carreras relacionadas a la literatura.

Mario Benedetti trabajó en múltiples oficios antes de 1945, año en que inició su actividad de periodista en La Mañana, El Diario, Tribuna Popular y el semanario Marcha, entre otros. En la obra de Mario Benedetti pueden diferenciarse al menos dos periodos marcados por sus circunstancias vitales, así como por los cambios sociales y políticos de Uruguay y el resto de América Latina. En el primero, Benedetti desarrolló una literatura realista de escasa experimentación formal, sobre el tema de la burocracia pública, a la cual él mismo pertenecía, y el espíritu pequeño-burgués que la anima.

Dirigió revistas, semanarios, trabajó como crítico de teatro y dramaturgo; fue jurado de varios concursos literarios; pero sin lugar a dudas lo que más amaba hacer era escribir. Decía que escribir un libro para él era como inventarse la vida y la existencia.

Participó activamente en el movimiento contra el Tratado Militar con los Estados Unidos en su primera acción como militante. Ese mismo año obtuvo el Premio del Ministerio de Instrucción Pública por su primera compilación de cuentos, Esta Mañana.

El gran éxito de sus libros poéticos y narrativos, desde los versos de Poemas de la oficina (1956) hasta los cuentos sobre la vida funcionarial de Montevideanos (1959), se debió al reconocimiento de los lectores en el retrato social y en la crítica, en gran medida de índole ética, que el escritor formulaba. Esta actitud tuvo como resultado un ensayo ácido y polémico: El país de la cola de paja (1960), y su consolidación literaria en una de sus novelas mas importantes: La tregua (1960), que lleva más de 100 ediciones dio lección de escritura, en ella relata la historia de Martín Santomé, un viudo con tres hijos, que a poco tiempo de jubilarse decide dar un giro a su monótona vida. Este clásico de Benedetti refleja su amor al romance y la filosofía, y la triste realidad de la soledad; ese sentimiento que nos acompaña siempre. Es obra de obligatoria consulta en la Literatura Universal.  

 En el segundo periodo de este autor, sus obras se hicieron eco de la angustia y la esperanza de amplios sectores sociales por encontrar salidas socialistas a una América Latina subyugada por represiones militares. Durante más de diez años, Mario Benedetti vivió en Cuba, Perú y España como consecuencia de esta represión. Su literatura se hizo formalmente más audaz. Escribió Gracias por el fuego (1965), que constituye una crítica más amplia de la sociedad nacional, con la denuncia de la corrupción del periodismo como aparato de poder.

En 1964 trabaja como crítico de teatro y codirector la página literaria semanal «Al pie de las letras» del diario La Mañana. Colabora como humorista en la revista Peloduro, con el seudónimo de Damocles. Escribe crítica de cine en La Tribuna Popular. Viaja a Cuba para participar en el jurado del concurso Casa de las Américas. Participa en el encuentro sobre Rubén Darío. Viaja a México para participar en el II Congreso Latinoamericano de Escritores. En 1966 participó de la coproducción argentino-brasilera La ronda de los dientes blancos dirigida por Ricardo Alberto Defilippi, que nunca fue estrenada comercialmente.

Participa en el Congreso Cultural de La Habana con la ponencia “Sobre las relaciones entre el hombre de acción y el intelectual" y se vuelve miembro del Consejo de Dirección de Casa de las Américas. En 1968 funda y dirige el Centro de Investigaciones literarias de Casa de las Américas y escribe unos cuentos fantásticos  La muerte y otras sorpresas (1968).

Junto a miembros del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros, fundó en 1971 el Movimiento de Independientes 26 de Marzo, agrupación que pasa a la coalición de izquierdas, Frente Amplio. Fue nombrado director del Departamento de Literatura Hispanoamericana en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad de la República en Montevideo.

El mismo año 1971 publica una novela en verso, El cumpleaños de Juan Ángel. Tras el golpe de Estado de 1973 abandonó su cargo en la universidad y ese compromiso político en su tierra natal lo lleva al exilio, primero a Buenos Aires y posteriormente a España durante diez años. Posteriormente se exiliaría en Perú, donde fue detenido, deportado y amnistiado, para luego instalarse en Cuba, en el año 1976. Al año siguiente, Benedetti recalaría en Madrid, España. Fueron diez largos años los que vivió alejado de su patria y de su esposa, quien tuvo que permanecer en Uruguay cuidando a las madres de ambos. En el exilio publica dos de sus mejores poemarios, Poemas de otros (1974) y La casa y el ladrillo (1977), así como una de sus novelas más conocidas, Primavera con una esquina rota.

MAR DE LA MEMORIA. dedicado al exilio y a Rafael Alberti


Cuando se ha visto la sangre,

en la soledad no hay río

del olvido.

RAFAEL ALBERTI


Es cierto / rafael / no hay un río

del olvido / hay mar de la memoria /

ese que trae amor fatigas gloria

o un privilegio cándido y tardío


el exilio fue siempre un desafío

una deuda sin paz ni moratoria

vaya a saber resaca de qué historia

entre tu mar de cádiz y el mar mío


a la ausencia no hay quien se acostumbre /

otro sol no es tu sol / aunque te alumbre /

y la nostalgia es una pesadilla


sabemos que ahora vives años buenos

mas seguimos echándote de menos

allá lejos y verde / en nuestra orilla

En 1976 vuelve a Cuba, esta vez como exiliado, y se reincorpora al Consejo de Dirección de Casa de las Américas. El año 1980 se traslada a Palma de Mallorca. Dos años más tarde inicia su colaboración semanal en las páginas de «Opinión» del diario El País de España. El mismo año el Consejo de Estado de Cuba le concede la Orden Félix Varela.

En teatro, Mario Benedetti denunció la institución de la tortura con Pedro y el capitán (1979). En 1983 traslada su residencia a Madrid. Trató el tema del exilio en la novela Primavera con una esquina rota (1982), Vientos del exilio (1982), Geografías (1984).

García Márquez al lado de Benedetti
El Comandante Fidel Castro impone a Benedetti la Orden Félix Varela de Primer Grado, en 1982. En marzo 1983 regresó a Uruguay, iniciando el autodenominado período de desexilio, motivo de muchas de sus obras. Fue nombrado miembro del Consejo Editor de la nueva revista Brecha y reactiva el proyecto Marcha, interrumpido en 1974. Reflexionó sobre problemas culturales y políticos en El desexilio y otras conjeturas (1984), obra que recoge su labor periodística desplegada en Madrid.

Daniel Viglietti y Mario Benedetti: A dos voces (1985) 

Primero, de una serie de discos editados a partir del espectáculo “A dos voces”, en donde la poesía de Mario Benedetti se hermana con el canto de Daniel Viglietti, en un abrazo fraterno, conjunción lúcida y profunda de hombres nuevos. Las tomas del álbum fueron registradas en vivo en Buenos Aires, en el Estadio Obras Sanitarias, el 12 de abril de 1984. Fue publicado en Uruguay por el sello Orfeo en 1985.

Los poemas que recita Benedetti pertenecen a sus libros: Cotidianas, Poemas de otros, Viento del exilio, Letras de emergencia y Geografías.Dice en la contraportada del LP: He aquí dos voces esenciales, las voces de dos hombres esenciales, de dos hombres de mirada lúcida y de verso entrañable, de decir a la vez contenido y elocuente, hablacantando las crueles urgencias, las fieras circunstancias, las módicas esperanzas, el destino de los hombres todos, pero más aún del hombre americano. Y más aún del hombre nuestro, del hijo de este país triste; ese hombre apagado pero no resignado que ceba cada día el mate de su sobria amargura y que es capaz de muy menguadas alegrías, pero, a la vez, de convicciones y de entregas totales.

Lista de temas y poemas:

01. Por qué cantamos – Canción nueva (6:06)

02. Anaclara – Bienvenida (5:48)

03. Bandoneón – No tan gotán (4:12)

04. Declaración de amor a Nicaragua – Tomás recuerda a Carlos (fragmento) (3:59)

05. Muerte de Soledad Barret (fragmento) – Soledad Barret (5:40)

06. Defensa de la alegría – Identidad (4:13)

07. A Roque (fragmento) – Daltónica (4:53)

08. Quiero creer que estoy volviendo (4:05) 

He aquí estas canciones uruguayas, testimonio y expresión de la nostalgia, de las heridas no restañadas, del compromiso de dos hombres nuestros, de dos de esos hombres que son el Uruguay y que, con voz fraterna, sufrida y entera, nos envuelven, por fin, de la larga pasión del exilio.

También hubo canciones compuestas por ambos; es el caso “Cielito de los muchachos”. Y no sólo eso, Benedetti escribió el libro Daniel Viglietti, desalambrando. Sobre el porqué de este título, Benedetti dijo: “la figura de Daniel Viglietti se mantiene tan o más viva que nunca. Su obra incluye un canto al paisaje y a los seres de nuestras geografías, acercándose también a lo humano en el amor, la rebeldía y la carencia (…). Daniel continúa trabajando para que la canción sea una herramienta de unión en la que confluyan la emoción, la conciencia, la memoria y la esperanza”. 

También en esos años recopiló sus numerosos relatos breves, reordenándolos, en la colección Cuentos completos (1986), que sería ampliada en 1994. Junto a la solidez de su estructura literaria, debe destacarse como rasgo esencial de los relatos de Benedetti la presencia de un elemento impalpable, no formulado explícitamente, pero que adquiere en sus textos el carácter de una potente irradiación de ondas telúricas que recorre a los protagonistas de sus historias, para ser transmitida por ellos mismos (casi sin intervención del autor, podría decirse) directamente al lector. La predilección por este género y la pericia que mostró en él emparenta a Mario Benedetti con los grandes autores del Boom de la literatura hispanoamericana de los años 60, especialmente con los maestros del relato corto (los argentinos Jorge Luis Borges y Julio Cortázar); de hecho, por el altísimo nivel del conjunto de su obra, se le concede la misma relevancia que a los restantes protagonistas del Boom, desde los mexicanos Juan Rulfo y Carlos Fuentes hasta el peruano Mario Vargas Llosa o el premio Nobel colombiano Gabriel García Márquez .

Retoma el tema del exilio en su novela Las soledades de Babel (1991) y se basó en su infancia y juventud para la novela autobiográfica La borra del café (1993) y en el ensayo comentó diversos aspectos de la literatura contemporánea en libros como Crítica cómplice (1988). 

En 1997 obtuvo el título Doctor Honoris Causa de la Universidad de Alicante y ese mismo año publicó la novela Andamios, de marcado signo autobiográfico, en la que da cuenta de las impresiones que siente un escritor uruguayo cuando, tras muchos años de exilio, regresa a su país. En 1998 regresó a la poesía con La vida, ese paréntesis.  Es autor de 40 poemarios, género en el que más se destacó reflejando siempre los sentimientos humanos, la esencia de la vida y el latir de su corazón. Esta amplia experiencia lírica lo hicieron merecedor delobtuvo el VIII Premio de Poesía Iberoamericana Reina Sofía. En 1999 publicó el séptimo de sus libros de relatos, Buzón de tiempo, integrado por treinta textos. Ese mismo año vio la luz su Rincón de haikus, clara muestra de su dominio de este género poético japonés de signo minimalista, tras entrar en contacto con él años atrás gracias a Cortázar.

En marzo de 2001 recibió el Premio Iberoamericano José Martí en reconocimiento a toda su obra; ese mismo año publicó El mundo en que respiro (poemas) y dos años más tarde presentó un nuevo libro de relatos: El porvenir de mi pasado (2003). Al año siguiente publicó Memoria y esperanza, una recopilación de poemas, reflexiones y fotografías que resumen las cavilaciones del autor sobre la juventud. También en 2004 se publicó en Argentina el libro de poemas Defensa propia.

Ese mismo año fue investido doctor honoris causa por la Universidad de la República del Uruguay; durante la ceremonia de investidura recibió un calurosísimo homenaje de sus compatriotas. En 2005 fue galardonado con el Premio Internacional Menéndez Pelayo. Sus últimos trabajos fueron los poemarios Canciones del que no canta (2006) y Testigo de uno mismo (2008), el ensayo Vivir adrede (2007) y el drama El viaje de salida (2008).

El Gigante de América Latina Hugo Chávez, en el año 2007, condecoró con la Orden Francisco de Miranda en Primera Clase, al insigne escritor y poeta Mario Benedetti, en reconocimiento a su trayectoria y lucha a favor de los pueblos de Suramérica.

En ese mismo año, la Patria de Bolívar, a través del Fondo Cultural de la Alternativa Bolivariana para las Américas, le otorgó el premio ALBA, el cual fue creado mediante un convenio firmado en 2006 por el Comandante Chávez y el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro.

En sus últimos diez años por recomendación médica, el escritor alternaba su residencia en España y en Uruguay, tratando de evitar el intenso frío, pero al agravarse su estado de salud permanece en Montevideo.

Benedetti vive hoy más que nunca en el alma de su gente, en las calles con sus frases en paredes, en los parques donde los enamorados recitan sus versos; cantándole a través de sus palabras al amor…

Mario Benedetti: poemas con música

Fue también un destacado letrista que colaboró con músicos como Serrat, Aute y Viglietti. En 1970, al ser musicalizado el poema “Cielo del 69” por Héctor Numa Moraes, cuando Mario Benedetti empezó a forjarse una exitosa carrera como letrista; desde entonces, más de 200 de sus poemas han sido musicalizados.  

El argentino Alberto Favero fue el primer gran músico que hizo mancuerna con el autor de “Te quiero”, un himno al amor musicalizado en 1975 que conmovió a una juventud latinoamericana obsesionada con palabras como justicia, rebeldía y libertad. La juventud mexicana tuvo la oportunidad de corear esta pieza extraordinaria durante las presentaciones de Favero y Nacha Guevara en el Auditorio Justo Sierra de Ciudad Universitaria, El Colegio de México y el Teatro Hidalgo. Veinte años duró la sociedad Favero-Benedetti en la que ambos (músico y letrista) compusieron alrededor de 30 canciones. 
Mario Benedetti - Joan Manuel Serrat - Curriculum

“Letras de emergencia” llamó Favero a los poemas de Benedetti, porque “son como un diario que tiene valor inmediato y que al día siguiente su vigencia no es la misma”. El pianista argentino de formación clásica y jazzística concluye: “el punto de partida de Benedetti siempre fue el corazón, el afecto y la decencia”. Joan Manuel Serrat, quien musicalizó poemas de Antonio Machado y Miguel Hernández, creó diez canciones con Benedetti, incluidas en el álbum El sur también existe (1985). Con Serrat, Benedetti escribió algunas letras que, desde su origen, fueron concebidas como canciones e incluso algunas fueron firmadas por ambos. 

España, Cuba… Los exilios llevaron a Benedetti hacia lugares lejanos que significaron adquisición territorial, oportunidades de trabajo y sorpresas. En sus andanzas por La Habana vio a Pablo Milanés musicalizar su poema “Hombre preso que mira a su hijo”.
ES TAN POCO
Poema de Mario Benedetti, con la voz del maestro Alfredo Zitarrosa.

A pesar de que los poemas de Benedetti han sido interpretados por Eugenia León, Alfredo Zitarrosa, Luis Eduardo Aute e incontables miembros de la Nueva Canción Latinoamericana, en Uruguay se le ha visto con reservas. El crítico uruguayo Emir Rodríguez Monegal, acostumbrado a dialogar con Borges, veía a su compatriota como a muchos personajes creados por el autor de Pedro y el capitán: “un montevideano de clase media lúcidamente consciente de su mediocridad (…), quejoso del país y de los otros”. 
Benedetti y Silvio Rodríguez - Estados de ánimo y Casiopea

Fuera de su país, a Benedetti se le trata mejor. José Saramago reseñó el disco La vida; ese paréntesis de Tania Libertad, de manera elogiosa: “Ahora Tania canta a Benedetti, ese gran poeta a quien tan bien le sentaría el nombre de Mario Libertad...”. Más apreciado por músicos que por escritores, Benedetti se dispuso a rimar versos cuando lo suyo era más el verso libre, también acortó o alargó la métrica de algunos de sus poemas según los requerimientos del músico en turno. “Era una delicia trabajar con él”, opinan los compositores. 

Quienes lo conocieron cuentan que uno de sus entretenimientos favoritos era contar las sílabas del habla del hombre común a fin de “coloquializar” el sonido de sus poemas. ¿Fue Mario Benedetti un eficaz letrista o un poeta trascendente? La pregunta es irrelevante si el personaje en cuestión fue un escritor que realizó álbumes con Favero, Serrat y Viglietti. Y es irrelevante, sobre todo, si recordamos que durante varias décadas los poemas de Mario Benedetti fueron cantados por millones de complacidos admiradores. 

Benedetti falleció el 17 de mayo de 2009, en Montevideo, Uruguay. en su despedida unas dos mil personas de las más diversas edades se apiñaron en el Cementerio Central o aplaudieron el paso del cortejo fúnebre por las calles de Montevideo para despedir hoy al escritor Mario Benedetti, su principal figura cultural y "un hombre bueno".

El que fuera su secretario y mano derecha hasta el final, Ariel Silva, su colega Eduardo Galeano, uno de sus amigos del alma y con quien compartió viajes y actuaciones mezclando música y poesía, o el cantautor Daniel Viglietti, fueron algunos de los que cargaron el féretro con sus restos desde las escalinatas del Parlamento, donde fue velado, hasta el vehículo que lo trasladó al cementerio.

El féretro, depositado en el Panteón Nacional, no lució símbolo religioso alguno pero fue cubierto por cientos de flores colocadas por la gente, y por una pequeña bandera uruguaya, dejada por uno de los presentes. El clima gris y lluvioso del lunes durante el velatorio se transformó hoy en un cielo azul y límpido, con un sol pleno, como para asociarse a una despedida más brillante y luminosa para Benedetti.

"No tuvo hijos, pero nos deja una amplia descendencia. Nos quedamos huérfanos pero con un enorme legado, polémico y rico", afirmó el director de Cultura del Ministerio de Educación y Cultural, Hugo Achugar. Al respecto, recordó que Benedetti se batió por sus ideas y por su gente y que se fue "cantando a la vida y denunciando las torceduras".

Para Daniel Viglietti, "Mario nos enseñó que la palabra ética entra dentro de la palabra estética" porque "Benedetti fue un extremista del optimismo y la esperanza" y "ello sin perder el ojo crítico". "Hoy un río de gente lo acompaña en su despedida y está muy bien que así sea porque él creía en el prójimo sin demasiadas pruebas", agregó.

Mario.

El dolor se dice callando.

Pero me pregunto

¿Qué será de nuestra ciudad, sola de él?

¿Qué será de Montevideo, mutilada de él?

Y me pregunto

¿Qué será de nosotros, sin su bondad inexplicable?

EDUARDO GALEANO

Mario Benedetti se comprometió hasta jugarse el pellejo

Por Daniel Viglietti para La República

Hacía tiempo que Mario venía teniendo problemas de salud serios, pero siempre lograba superarlos. Fue internado varias veces y lograba salir, la última fue muy dura y sin embargo salió. En los días posteriores había como un cierto repunte en sus gestos. El siempre mantuvo su sonrisa, esa que reaparecía dos por tres. Era completamente optimista, por algo escribió "La defensa de la alegría", que es un monumento a la fuerza para oponerse a la tristeza, a la muerte.

He tenido por sobre todo el dolor de perder un amigo muy esencial y alrededor de eso, lo que compartimos todos, el gran poeta, el novelista, el cuentista, el ensayista, el autor de letras para canciones, alguna época de periodista. Y todo eso inseparable del ser humano, porque esa unidad entre lo ético que él encarnaba y lo estético que él producía fue muy entera. Y todo eso de una manera sobria, de un perfil tranquilo, modesto, de gente sencilla. Cuando tenía que ubicar a alguien desubicado o enemigo, tenía la energía y carácter para hacerlo, pero en su vida habitual, en sus actuaciones, en sus recitales de poesía, en las entrevistas que concedía era siempre muy humano, muy sencillamente humano.

Estamos viviendo el abrazo multitudinario y calladito de la gente uruguaya a Mario. Y de lejos es como si escucháramos otros silencios, otros abrazos, otros encuentros, otras esperas, otras vigilias, otro secarse los ojos para leerlo después. Eso puede estar ocurriendo en México, en Argentina, en España, en tantas partes, puede estar ocurriendo en Dinamarca donde una vez salió una traducción por radio de "Pedro y el capitán", en su faz de dramaturgo. Puede estar sonando en una canción de Favero, por aquí o por allá, de Joan Manuel que le dedicó un disco entero y con quien me comuniqué y sé que lo ha sentido mucho.

También existe la sensación de sentirse discípulo. Somos una cantidad de discípulos fuera y dentro del quehacer artístico. También fuera. Discípulo de una moral, de una coherencia, de una lealtad a los principios en lo que Mario siempre fue muy firme.

El recuerdo de amistades que él tuvo, muy impactantes y que dejó registradas, para que nadie pueda decir se habla por hablar, o versiones epidérmicas. El dedicó un poema a Raúl Sendic porque había sido su amigo, y dedicó un poema a Zelmar Michelini porque había sido su amigo. Y a otros, sin duda. Tuvo otros referentes muy importantes en su vida, en su momento Líber Seregni. Y hay que recordar la confianza que él depositó en el cambio político del Uruguay a partir de la asunción del gobierno del Frente Amplio.

Su sentido agudo de la observación para los pasos que se daban. Siempre fue muy constructivo. Siempre puso por delante la confianza en el ser humano, a pesar de que tuvo decepciones. También las tuvo en su período político, en aquel, por entonces legítimo 26 de Marzo. Después hubo todo lo que pasó, y él descubrió, de alguna manera, que su rol esencial no era el político, era el cultural, el creativo. Creo que fue un acierto suyo. Pero a mí me importa que también pasó por lo político, que se jugó el pellejo, porque estuvo comprometido seriamente con la lucha, con cambiar un Uruguay que algunos ahora, equivocadamente, nos mienten que tenía algo ideal. Entonces, él que sentía que no y que había que cambiarlo, había que cambiar aquella democracia tan imperfecta y tan llena de fallas progresivas, fallas que iban creciendo del pachecato para adelante, que es donde empieza una dictadura de hecho; él se comprometió.

Por eso tuvo que irse, por eso el exilio. Perú primero, de donde si no recuerdo mal lo expulsan, lo persiguen. Después Cuba, donde desarrolló un trabajo amoroso en Casa de las Américas. Yo lo encontré allá y era ya un referente, amigo de Haydée Santamaría, de Roberto Fernández Retamar, admirador profundo del Che, abrazado con Fidel cuando le dieron la Orden con que lo distinguieron en Cuba.

Y en tantas partes que estuvimos, siempre colas de gente para oír sus poemas, muchísimos jóvenes. Lo vi en los países que mencioné, lo vi en Argentina, lo vi en México, lo vi en España, todos esos lugares en que actuamos juntos y entonces yo fui testigo, testigo de lo que hacía solo. Con sus solitos poemas convocaba multitudes y se sentía que era alguien entrañable para la gente.

Y muchas veces las respuestas al hombre y al creador llegaban de afuera. Por la naturaleza nuestra todo es un poquito más lento, más tardío, más como de rumiar las cosas, igual después llegaba acá. Le llegó el reconocimiento. Llegó y él lo pudo vivir en plenitud. Pero fuera de fronteras fue increíble lo que pasó y lo que va a seguir pasando con su lectura, porque no es una simple metáfora recurrente que sigue vivo en su obra, es que sí, es que va a vivir en su obra porque ella tiene esa doble dimensión de lo estético y lo ético. Hay para elegir, es una obra voluminosa. Lo siento como un semillero, como semillas que se van a desparramar y que los trabajadores de la cultura tenemos el desafío que nos deja Mario de seguir, seguir sembrando sus ideas, sus sentimientos, sus éticas, sus aventuras con la palabra. Supo jugar mucho con la palabra, también fue un juguetón, tuvo humor, tuvo ironía, hasta fue dibujante en una época.

Tuvo amigos entrañables, ya he nombrado los amigos de la lucha pero también podría agregar amigos como Idea Vilariño a quien acabamos de perder, como Eduardo Galeano. Además, nunca se pudo respirar en él una cosa de competitividad o de narcisismo. No hay que idealizar a nadie en el momento del adiós pero yo creo que, en este caso, Mario era un ideal en sí mismo. No tenía miedo a los diminutivos, no cifraba el tamaño y la cantidad para expresar su amor, quizás porque había aprendido que en este país tan sufrido y tan esperanzado a la vez, las cosas son así, muy como era él, a veces sin ruido, sin gestos, a veces calladamente como se fue. Así se fue, así se fue.

LEGADO DE BENEDETTI

Cuentos

Esta mañana (1949)

Montevideanos (1959)

La muerte y otras sorpresas (1968)

Con y sin nostalgia (1977)

Geografías (cuentos y poemas, 1984)

Despistes y franquezas (1989)

Buzón de tiempo (1999)

El porvenir de mi pasado (2003)

Drama

Pedro y el Capitán (Santillana, 1979)

Novela

Quién de nosotros (Número, 1953)

La tregua (Alfa, 1960)

Gracias por el fuego (Alfa, 1965)

El cumpleaños de Juan Ángel (Siglo XXI Editores, 1971)

Primavera con una esquina rota (Nueva Imagen, 1982)

La borra del café (Arca, 1992)

Andamios (1996)

Poesía

La víspera indeleble (1945)

Sólo mientras tanto (Número, 1950)

Poemas de la oficina (Número, 1956)

Poemas del hoyporhoy (Alfa, 1961)

Inventario uno (primera edición, 1963)

Noción de patria (Editorial Nueva Imagen, 1963)

Próximo prójimo (Editorial Nueva Imagen, 1965)

Contra los puentes levadizos (Alfa, 1966)

A ras de sueño (1967)

Quemar las naves (1968)

Letras de emergencia (Editorial Nueva Imagen, 1973)

Poemas de otros (1974)

La casa y el ladrillo (1977)

Cotidianas (1979)

Inventario uno (ed. aumentada, Editorial Nueva Imagen, 1980)

Viento del exilio (Editorial Nueva Imagen, 1981)

Antología poética (Casa de las Américas, 1984)

Geografías (compilación de cuentos y poemas, 1984)

Inventario uno (ed. aumentada, Seix Barral, 1985)

Preguntas al azar (Arca, 1986)

Yesterday y mañana (Arca, 1987)

Despistes y franquezas (1989)13​

Las soledades de Babel (Arca, 1991)

Inventario dos (Seix Barral, 1994)

El olvido está lleno de memoria (1995)

El amor, las mujeres y la vida (compilación de poemas de amor, 1995)

Corazón coraza y otros poemas (compilación, Editorial Planeta, 1997)

La vida ese paréntesis (1998)

Rincón de haikus (Editorial Cal y Canto, 1999)

Acordes cotidianos (compilación de poemas y fragmentos de sus novelas, 2000)

El mundo que respiro (2000)

Inventario tres (Seix Barral, 2002)

Insomnios y duermevelas (2002)

Existir todavía (2003)

Defensa propia (2004)

50 sonetos (Editorial Cal y Canto, 2004)

Adioses y bienvenidas (2005)

Nuevo rincón de haikus (Editorial Cal y Canto, 2006)

Canciones del que no canta (2006)

Testigo de uno mismo (2008)

Biografía para encontrarme (ed. póstuma de la Fundación Benedetti, Seix Barral, 2010)

Ensayo

Peripecia y novela (1948)

Marcel Proust y otros ensayos (Número, 1951)

El país de la cola de paja (Arca, 1960)

Literatura uruguaya siglo XX (1963)

Genio y figura de José Enrique Rodó (Eudeba, 1966)

Letras del continente mestizo (Arca, 1967)

Sobre artes y oficios (Alfa, 1968)

Crítica cómplice (Alianza Tres, 1971)

El escritor latinoamericano y la revolución posible (Editorial Nueva Imagen, 1974)

Daniel Viglietti (Ediciones Júcar, 1974)

Notas sobre algunas formas subsidiarias de la penetración cultural (1979)

El recurso del supremo patriarca (Editorial Nueva Imagen, 1979)

Cultura entre dos fuegos (1986)

Subdesarrollo y letras de osadía (Alianza Editorial, 1987)

La cultura, ese blanco móvil (Editorial Nueva Imagen, 1989)

La realidad y la palabra (Ediciones Destino, 1991)

45 años de ensayos críticos (Editorial Cal y Canto, 1994)

Poetas de cercanías (Editorial Cal y Canto, 1994)

El ejercicio del criterio (1995)

Poesía, alma del mundo (Editorial Visor, 1999)

Memoria y esperanza (Ediciones Destino, 2004)

Vivir adrede (prosa breve, Seix Barral, 2007)

Periodismo

Mejor es meneallo (1961)

Cuaderno cubano (Arca, 1969)

África 69 (Marcha, 1969)

Crónicas del 71 (1971)

Los poetas comunicantes (Marcha, 1972)

Terremoto y después (Arca, 1973)

El desexilio y otras conjeturas (Editorial Nueva Imagen, 1984)

Escritos políticos (1971-1973) (Arca, 1986)

Perplejidades de fin de siglo (1993)

Articulario desexilio y perplejidades (1994)

Daniel Viglietti, desalambrando (2007)

Crítica cinematográfica

Benedetti se caracterizó por ser un crítico de cine duro y, en ocasiones, lapidario. Si bien sus críticas fueron pocas, estuvieron a la altura de los grandes de la época de oro: Homero Alsina Thevenet, Emir Rodríguez Monegal, Hugo Alfaro, José Carlos Álvarez, Hugo Rocha, Gastón Blanco, Jorge Ángel Arteaga, Giselda Zani, Antonio Larreta y Manuel Martínez Carril.14​ De esa producción se puede señalar una recopilación:

Notas perdidas. Sobre literatura, cine, artes escénicas y visuales, 1948-1965 (ed. póstuma de la Fundación Benedetti, Editorial Universidad de la República, 2014)

Canciones

Canciones del más acá (1988)

Discografía

En solitario

Poemas de la oficina (Alfa, 1960)

Inventario (Arca, 1969)

Quemar las naves (Fol-def, 1969)

Déjanos caer / Familia Iriarte (Voz Viva de América Latina, Universidad Nacional Autónoma de México, 1978)

La palabra viviente (Contiene poemas de su libro "Preguntas al azar", Universidad de la República, 1986)

Inventario 1950 - 1975 (Ayuí / Tacuabé a/e93k y ae93cd. Edición en casete de 1991 y en CD de 2002)

Inventario 1976 - 1985 (Ayuí / Tacuabé a/e94k y ae94cd. Edición en casete de 1991 y en CD de 2002)

Inventario 1986 - 1990 (Ayuí / Tacuabé a/e95k y ae95cd. Edición en casete de 1991 y en CD de 2002)

Benedetti lee a Benedetti (Seix Barral, 1993)

Cuentos escogidos (Alfaguara, 1995)

El amor, las mujeres y la vida (Alfaguara. Cd que acompañó la edición del libro recopilatorio homólogo, 1995)

Poesía con los jóvenes (Cd que acompañó la edición del libro recopilatorio homólogo. 1996)

Inventario 1991 - 2003 (Ayuí / Tacuabé ae275cd. 2004)

Con Daniel Viglietti

A dos voces vol. I (Orfeo SCO 90749. 1985)

A dos voces vol. II (Orfeo SCO 90861. 1987)

A dos voces (Visor Libros, S.L. / Alfaguara. 1994)

A dos voces I y II (Orfeo CDO 047-2. Reedición en CD de los dos primeros álbumes de Orfeo. 1994)

A dos voces (Ayuí / Tacuabé ae238cd)

Reconocimientos

Señalización de los Jardines de Mario Benedetti, en Madrid, España.

1982, recibe la Orden Félix Varela por parte del Consejo de Estado de Cuba.

1987, Premio Llama de Oro a su novela Primavera con una esquina rota, otorgado por Amnistía Internacional en Bruselas.

1982, recibe la Medalla Haydée Santamaría por parte del Consejo de Estado de Cuba.

1993, es designado Profesor Honorario por la Universidad de Buenos Aires, Argentina.

1995, Medalla Gabriela Mistral, Chile.

1996, Premio Especial Bartolomé Hidalgo a su obra ensayística, Uruguay.

1996, es designado Profesor Emérito en la Facultad de Humanidades y Ciencias, Uruguay.

1997, Doctor Honoris Causa por la Universidad de La Habana, Cuba.

1997, Doctor Honoris Causa por la Universidad de Valladolid, España.

1997, Doctor Honoris Causa por la Universidad de Alicante, España.

1999, recibe la Orden de la Democracia en el grado Gran Cruz, por parte de la Cámara de Representantes de Colombia.

1999, Gran Premio Nacional a la Actividad Intelectual, Ministerio de Educación y Cultura, Uruguay.

1999, VIII Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, España.

2004, Doctor Honoris Causa por la Universidad de la República, Uruguay.

2005, Medalla Pablo Neruda, Chile.

2005, Premio Internacional Menéndez Pelayo, Santander, España.

2005, Premio Alba en la categoría Letras y Orden Francisco de Miranda Primera Clase, Venezuela.

2008, Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Córdoba, Argentina.

2009, Nombramiento de Mario Benedetti como patrono de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes (póstumo).

2009, Designación del Liceo N°58 con el nombre de Mario Benedetti, Montevideo, Uruguay (póstumo).

2015, la ciudad de Madrid le dedicó unos jardines en el barrio de Prosperidad (póstumo).


FUENTES

Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). Biografia de Mario Benedetti. En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea. Barcelona (España). Recuperado de https://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/benedetti.htm el 14 de septiembre de 2020.

https://albaciudad.org/2018/09/mario-benedetti/

https://www.telesurtv.net/imreporter/Por-Siempre-Mario-20160914-0043.html

https://es.wikipedia.org/wiki/Mario_Benedetti

https://perrerac.org/uruguay/daniel-viglietti-y-mario-benedetti-a-dos-voces-1985/4647/

https://www.milenio.com/cultura/mario-benedetti-poemas-con-musica

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